¿Mi Angel o mi Demonio?

Capitulo 52

Narra Gisselle

Comencé a sentir caliente el pecho después de que Kim me empujara, no tengo idea de porque reacciono de ese modo, aquí la enojada soy yo no ella, sabia que tenia que haber entrado por la ventana y evitar todo esto.

Mi pecho comenzó a sangrar, no podía parar mis manos que temblaban a un ritmo demasiado rápido, el dolor comenzó a ser mas insoportable, caí de rodillas aumentando el dolor en mi cuerpo, lo ultimo que recuerdo fue ver a Niall correr hacia mi.

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Después de tener que tomar esa maldita pastilla, todos se fueron a sus habitaciones dejándonos a Niall y a mi solos en el sofá, antes de que el tratara de hablarme cerré los ojos tratando de parecer dormida y no tener que oír lo que tenia que decirme, era cobarde evitarlo pero esa era yo, una cobarde.

Desperté a las tres de la madrugada debido a otra de estas molestas pesadillas, ya habían dejado de pasar tan seguido, pero ahora están de vuelta, atormetandome todas las noches por no haber podido salvar a mi amigo, me pare del sillón quitando el brazo del rubio de mi cintura, tome una barra de chocolate de la cocina, acostándome en el limpio suelo mientras comía la golosina que había tomado.

La sala se comenzó a llenar de jadeos desesperados, de un salto me puse de pie y camine hacia donde provenía el sonido, Niall se retorcía en el sillón enredando sus brazos en su cabeza, comenzó a gritar, no sabia que hacer, normalmente la que tiene pesadillas aquí soy yo, pero al pareces lo estoy contagiando.

-Que esta pasando- se escucho a lo lejos con voz ronca, Louis se encontraba recargado en el marco de madera con el cabello despeinado.

Niall cayó del sillón y comenzó a retorcerse en el piso, Zayn llegó y prendió la luz cegandome por un momento, cuando recupere la vista intente acercarme a Niall pero Kimberly me empujo hacia atrás.

Si Kim se seguía comportando así le daría una patada en la cara, que se cree para evitar que este cerca de mi rubio... mas bien cerca de Niall, en que estaba pensando el es solo una amigo, un gran amigo, si eso, trataba de convencerme mentalmente.

-Deja de hacer eso, quiero estar con el!- le grite a Kim ya que no dejaba de empujarme cuando me quería acercar al irlandés, la empuje a un lado ella no es muy fuerte pero no me gusta golpearla o en este caso empujarla, tal vez a ella no le importe golpearme o empujarme pero a mi si y no hago eso al menos que sea necesario, me incline hacia Niall y lo tome de los hombros.

-!Despierta Niall!- le grite por cuarta vez agitandolo por los hombros para que reaccionara, sus ojos se abrieron de golpe, en sus ojos reflejaba temor pero luego fueron tomando algo de confusión.

Niall me hizo un puño en mi camisa y me jalo hacia el, caí en su pecho y el me abrazo tan fuete que se me dificultaba respirar.

-Dios aun estas aquí- susurro en mi oído, acaso esperaba que me fuera, supongo que vio mi cara porque se apresuro a decir -No, no de esa forma, es bueno que estés aquí, solo tuve una pesadilla- sus ojos estaban rojos y pequeñas lagrimas caían de ellos, con mi pulgar las limpie y el sonrió volviéndome a abrazar.

Debo admitir que los he extrañado un montón a todos a pesar de lo que me han hecho, estar en ese lugar fue horrible pero mas horrible fue estar lejos de ellos, los quería demasiado y no podía ignorarlos por siempre, estaba decidida les daría otra oportunidad pero si vuelven a hacer otra idiotez que se olviden de que existo.

-Necesito hablar contigo- me dijo mirándome a los ojos, yo asentí algo insegura, el me tomo de la mano y me guió hacia su alcoba, era genial que en cada casa cada quien tenga su propia habitación, en casa de Niall yo tengo la mía y los demás la suya, en mi casa y en la de los demás chicos es igual y eso me encanta no te sientes como un estorbo te sientes mas bien como una familia.

-Lo siento demasiado, lamento haberte metido en ese lugar si escuchar tu punto de vista pero todos sabíamos que tu no querrías ir, quiero que sepas que lo que hicimos no fue porque te odiáramos y nos queríamos alejar de ti, mas bien fue todo lo contrario, queríamos que estuvieras sana sin ninguna enfermedad pero todo salió mal y ahora siento que nos odias, y sabes que te quiero mucho, me perdonas?- dijo lo ultimo ya sin aliento, sus palabras hicieron que me olvidara de todo y cuando me di cuenta ya estaba entre sus brazos unidos en un gran abrazo. -Eso es un si?- pregunto sonriendo de oreja a oreja yo asentí y el me abrazó aun mas fuerte depositando besos en toda mi cara.

-Te duelen?- preguntó tocando suavemente las lineas rojas en mi cara.

-No- mentí, el me miro a los ojos y sonrió de medio lado.

- Te extrañe demasiado- susurro cerca de mi oído -Vamos a dormir- dijo tomándome de la mano y recostandonos en su cama el me atrajo hacia su pecho quedándonos dormidos en un profundo sueño.

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1/3 del maratón

Subiré el siguiente capitulo en unas horas.

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