Me agradaba Liam. Esa era la realidad.
Parecía ser diferente al resto de las personas que me rodeaban. No habíamos hablado mucho durante la cena pero se notaba que era diferente. Era sincero y decía lo que pensaba. Era tan difícil de encontrar alguien así. Además estaba el hecho de que era gay. Jamás me había relacionado con alguien homosexual hasta ese momento.No sabía por qué pero todo de él me llamaba poderosamente la atención.
Jamás me había sentido así con respecto a otro hombre. O creo que tal vez con nadie. Mis amigos eran buena onda, los quería pero no hablábamos de cosas muy profundas. No hablábamos de nuestros sentimientos o cosas por el estilo. Supongo que éramos amigos de la noche y de las fiestas más que nada. Ya de por sí los hombres no somos de hablar mucho de nuestros sentimientos pero con ellos las cosas eran incluso peor. No me molestaba, o tal vez ya me había acostumbrado a ese tipo de amistad desde que ingresé a la universidad.
Y con respecto a las mujeres, bueno, nunca creí en las relaciones así que solo me dedicaba a divertirme, con su consentimiento obviamente. Me gustaban las relaciones libres, sin compromiso y sin sentimientos más que amistosos de por medio.
Con Liam era la primera vez que alguien me decía que no le caía bien. Y lo extraño era que a mí me pasaba todo lo contrario, a mí me agradó él desde el primer momento que lo conocí. Me había puesto a pensar y supuse que lo que me dijo debía ser en parte cierto, eso de que mucha gente pensaba que era falso y superficial pero no me lo decían.
Pues al carajo con esa gente. Liam sí me había dicho lo que pensaba sin importarle nada lo que yo pudiera decir y eso me parecía genial. Por eso me interesaba ser su amigo.
Tal vez solo tenía que seguir intentando hasta conquistarlo y sobre todo quería demostrarle que yo no era así y que estaba equivocado.
Durante la cena había intercambiado números de celular con Zoe y le pedí luego que me pasara el número de Liam ya que él no quiso dármelo.
Era lunes y estaba en clases aburridísimo cuando decidí mandarle el primer mensaje.
"Hola 😁 adivina quién soy"
No me contestó hasta 10 minutos después.
"Ilumíname."
"Jajaj no te enojes con tu amiga por haberme pasado tu número, al principio se negó pero fui muy insistente. Ya sabes eso de que a mí nadie me dice que no."
Con eso era más que seguro que se iba a dar cuenta quién era.
"Déjame ver: insistente y creído...sólo conozco a una persona así. Sip, supongo que debes ser Nathan."
Su mensaje me hizo sonreír como un tonto en medio de la clase. Dios, me caía tan bien y el hecho de que yo no le agradara, solo lo hacía más divertido.
"Jajaj puedes decirme Nate."
"No, gracias. No tengo la confianza."
"Bueno esa es la idea...que la tengas, ahora o algún día tal vez. No me tengas miedo, no muerdo jaja"
"No, sólo empujas...y no, no te tengo miedo estando ebrio, mucho menos estando sobrio."
Me encantaba como me contestaba y como se hacía el difícil conmigo.
"Es verdad. Oye, ¿acaso nunca te vas olvidar de lo que pasó en la fiesta? Vas a recordármelo cada vez que puedas ¿no?"
"Así es."
Mi sonrisa era cada vez más grande.
"Dijiste que me perdonaste. No seas rencoroso, rubio."
"No soy rencoroso...y sí, perdono, pero no olvido. Y por cierto mi nombre es Liam, no rubio"
"jajaja eso me suena a rencor...y por cierto me encanta que seas tan enojón, RUBIO."
¿Por qué era tan divertido provocarlo? Tenía ganas de verlo.
Me dejó de contestar por un buen rato y me volví a aburrir con la clase. Pero luego mi celular volvió a vibrar.
"¿Por qué estás tan interesado en hablarme?"
Su mensaje me tomó un poco desprevenido. No sabía exactamente qué responderle.
"Me agradas, ya te lo dije. Y me gusta hablar y pasar tiempo con la gente que me agrada. ¿Qué no es eso lo que hacen las personas normalmente?"
"Sólo si eres correspondido."
"Te gusta romperle el corazón a la gente ¿o qué?"
Le escribí bromeando. Al ver que no obtuve respuesta escribí otro mensaje.
"¿Por qué eres tan malo conmigo? Me estás juzgando sin conocerme realmente, esas cosas no se hacen, rubio."
"No estoy interesado, gracias por todo pero no gracias y está todo bien entre nosotros, no te preocupes."
Pero claro que no lo iba a dejar ahí. Iba a seguir molestándolo porque "paciencia" era mi segundo nombre.
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El chico que detesto
Romance¿Qué pasa cuando es el hetero el que insiste en buscar al chico gay? Nathan, con su personalidad extrovertida, su gusto por las fiestas, salir a divertirse, beber y llevar a la cama a cualquier chica que quiere, no puede dejar de querer obtener la...