38 | Nathan

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El resto de ese fin de semana no vi a Liam porque ambos nos juntamos con nuestros respectivos amigos. El sábado cuando salí con ellos estaba muy distraído. No entendía bien por qué ya nada se sentía igual. Quiero decir, era divertido estar y reír con ellos pero no era la misma sensación que cuando disfrutaba estar con Liam. Además del hecho de que con él podría tener relaciones sexuales, claro.

- Estás con una cara de mal humor desde que llegaste. - se quejó Michael. Estábamos en un bar bebiendo y bailando. Bueno en realidad yo los observaba más que nada. - ¿Por qué estás tan raro últimamente? - insistió.

- Ya te dije que no estoy raro un millón de veces.

- ¡Sí que lo estás! Deberías estar feliz de que aprobamos todos nuestros exámenes. Para eso salimos, para festejar.

- Estoy feliz ¿okay?

- Pues transmíteselo a tu cara.

- Solo estoy cansado. Ya deja de molestarme. - me quejé y él me miró molesto.

- ¡Ya sé lo que te hace falta! - reaccionó como si una idea le habría llegado de golpe a su cabeza. - ¡Sexo! ¿Cuánto hace que no follas?

"Anoche", tenía ganas de contestar. Pero obviamente no podía contarle eso sin hablar de con quién lo hice.

- Qué importa. Cuando tenga ganas lo haré y ya. - contesté tratando de esquivar el tema.

- Hay muchas chicas lindas aquí. Podríamos buscar algunas e ir a casa si estás aburrido.

- No, tal vez otro día. Y ya te dije que no estoy aburrido.

- Pues yo no te reconozco hace rato ¿Qué quieres que te diga? ¿Crees que soy tonto, qué no me doy cuenta? ¿Qué te está pasando? ¿Tiene algo que ver con ese chico con el que hablaste la otra vez?

Me hizo esas y mil preguntas más. Se había puesto denso, pero lo entendía. Me sentía tan cambiado desde que me hice amigo de Liam. Evidentemente ya se me notaba y mucho.

- Era solo un amigo. - mentí refiriéndome a cuando me vio hablando con Alex.

- No tenía mucha pinta de ser tu amigo. Al contrario parecía molesto contigo. - se estaba poniendo más y más curioso en el asunto y no sabía cómo salir de allí.

- Él es así de odioso nada más - bueno eso sí era cierto.

- ¿Y de dónde lo conoces? - insistió.

- Es amigo de otro amigo.

- ¿De quién?

- Por Dios, Michael ya basta de tantas preguntas.

- Bueno, no he sabido mucho de tu vida durante las últimas semanas. Has estado distante. ¿Tienes nuevos amigos, es eso?

- Sí. - respondí. Tal vez no le contaría de las cosas que hice con Liam pero si podía contarle de mi amistad con él. - Se llama Liam, me estuve juntando con él últimamente. Es de la facultad.

- Ah, bueno. Al menos me cuentas. ¿Tan difícil era? - dijo ya un poco más relajado porque le di más información al respecto. - ¿Y qué onda, qué hacen? ¿Cursa contigo algunas materias?

- No, es más chico que nosotros. Y de hecho lo conocí en aquella fiesta en que me peleé con Erin ¿recuerdas?

- Nate ¿estás bromeando? Ni siquiera me acuerdo cómo llegué a mi casa esa noche. - rió.

- Bueno, Liam fue el chico que me detuvo y me puso los puntos esa noche .

Mientras le contaba, deseaba por lo menos tener algún recuerdo de eso. Liam se había portado como todo un héroe al enfrentarme y yo ni siquiera lo recordaba. Me hubiese encantado verlo así, bueno tal vez no en ese momento, pero definitivamente ahora sería un divertido recuerdo de cómo nos conocimos.

- ¿El chico por el que andabas preguntando después? - preguntó confundido.

- Sí, ese mismo. Al final lo encontré y lo obligué a ser mi amigo. - bromeé y reímos.

- No sé por qué no me sorprende. ¿Por qué no lo invitaste a salir con nosotros?

- Na, a él no le gusta mucho salir de fiesta. Ni a sus amigos tampoco. Es medio rarito y nerd pero es bueno. - sonreí pensando en mi rubio.

¿Mi rubio? ¿De verdad pensé en él así? Mierda, el trago que estaba tomando en ese momento debió haberme estado haciendo efecto, pensé.

- Espero algún día conocer a tu nuevo noviecito. - habló Michael.

- ¡¿Qué?! - exclamé alteradísimo y él solo se mató de risa.

- ¡Tranquilo, hermano! - reía sin parar - Solo bromeo. Debiste ver tu cara.

Su estúpida broma me había asustado.

¿Qué tanto iba a poder disimular mi nueva y verdadera amistad con Liam? ¿Alguna vez iba a poder contarle a mis amigos, o por lo menos a Michael, lo que me pasaba con él? No me veía capaz. No me avergonzaba de que me gustara alguien de mi mismo sexo pero si me asustaba que me criticaran. Sobre todo la gente que me importaba.

Por primera vez me empecé a preocupar de verdad y pensé si tal vez no había estado yendo demasiado lejos con esto. Y de ser así ¿debía vivir para siempre en una especie de closet por no querer decir nada?

Diablos, no estaba preparado para pensar en nada de eso. 

 

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El chico que detestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora