Nada de eso podía estar pasando. Debía ser un mal sueño. Tenía que serlo. Quería huir de allí como el cobarde que era. Alex tenía razón. Lo era. Pero eso no impedía que me llenara de odio contra él y quisiera reventarle la cara en ese mismo instante.
¿Cómo un día aparentemente tranquilo había terminado así? Me dirigía a una de mis clases de la tarde cuando me crucé con Alex. O mejor dicho él me enfrentó porque aparentemente me estaba siguiendo.
Estaba a punto de entrar al aula junto con Marco, Michael también estaba allí. Los saludé normalmente cuando Alex se acercó para hablar conmigo. Se veía tranquilo, al menos en ese momento no parecía que se me había acercado con intenciones de pelear.
- ¿Qué pasa? - traté de sonar lo menos molesto que pude. Sobre todo porque Michael seguía allí parado al lado mío.
- Quiero hablar de Liam, obviamente.
Vi como Marco intentó llevarse a Michael hacia la clase para que no escuchara mi conversación con él, pero mi amigo no tenía intenciones de irse.
- No, déjame en paz. - respondió sacándose a Marco de encima. - ¿Nathan necesitas ayuda con éste? - me preguntó.
- ¿Con éste? - preguntó Alex. - Este tiene nombre y es Alex. ¿Qué pasa ya no puedes hablar conmigo a solas? ¿Necesitas a los matones de tus amigos para que te defiendan? - se dirigió a mí con eso último.
- ¡¿Qué?! - exclamó Michael acercándose en modo de pelea activado. Ya me la veía venir.
- ¡No, ya basta! - interrumpí - Michael no hace falta ¿sí? Déjame hablar con él a solas.
- Oh ya entendí... - dijo Alex.- Aún no les dijiste nada a tus amiguitos.
- ¡Yo digo que mejor no hagamos un drama innecesario aquí! - habló Marco con una sonrisa para tratar de disipar la tensión, y se metió en el medio de nosotros tres. Agradecía sus intenciones de salvarme nuevamente de esa situación pero la verdad era que esta vez no le funcionó.
- ¡Ya deja de meterte en lo que no te incumbe, idiota! - le gritó Michael. Luego lo empujó y lo quitó del medio. Yo me enfurecí cuando le hizo eso. O tal vez lo único que quería era desviar la atención de mi persona.
- Michael, deja de portarte como un imbécil con mi amigo. - lo miré enojado, dándole la espalda a Alex.
- ¿Desde cuándo eres tan amigo de él? - preguntó señalando a Marco. - ¿Y por qué parece que todos saben algo y yo soy el único estúpido que no tiene idea de qué mierda está pasando?
Y fue así como todo se fue a la mierda. Michael estaba enojadísimo, Alex parecía dispuesto a cagarme la vida, yo estaba aterrado y Marco intentaba poner un paño frío a toda la situación. La discusión subía cada vez más de tono entre nosotros tres, y mientras más seguía negando las cosas, más parecía empeorar todo. Los curiosos y chismosos ya estaban al tanto de toda la escena, y se empezaba a juntar gente a nuestro alrededor. Cuando me quise dar cuenta ya se había formado una situación de lo que era imposible escapar. Por lo menos Liam no estaba allí para presenciarla...o al menos eso creí.
- Te lo voy a preguntar una última vez y si me vuelves a mentir Nathan te juro por Dios que no sé qué va a pasar con nosotros. - me dijo Michael mirándome muy seriamente. - ¿Qué pasa contigo, Liam y este chico que lo acosa?
- ¿Que lo acoso? ¿Eso fue lo que te dijo? - preguntó sorprendido Alex y luego se rió. Quería matarlo. Todo esto era su culpa.
- ¿Qué, tampoco eso es cierto? Nathan habla de una vez.
La estúpida gente mirando solo me ponía más nervioso. Me sentía acorralado. No podía hablar, no podía decir la verdad, pero tampoco podía seguir mintiendo. En cualquier momento explotaba. Parecía que las cosas no podían empeorar más, y entonces Michael vio a Liam entre nuestro público expectante.
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El chico que detesto
Romance¿Qué pasa cuando es el hetero el que insiste en buscar al chico gay? Nathan, con su personalidad extrovertida, su gusto por las fiestas, salir a divertirse, beber y llevar a la cama a cualquier chica que quiere, no puede dejar de querer obtener la...