39 | Liam

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Les conté a mis amigos el sábado cuando me junté con ellos todo lo que había pasado con Nathan esos últimos días, haciendo énfasis por supuesto en nuestra primera vez.

La cara de Alex cuando lo escuchó fue de una molestia completamente imposible de ocultar. Ya estaba un poco enojado cuando le cancelé ese viernes para poder estar con Nathan, así que lo que conté ese día prácticamente fue la gota que rebasó el vaso.

No me dijo nada porque me había dicho que ya no se iba a meter más en mis asuntos y a respetar mis decisiones pero su cara de odio no se podía ocultar con nada. Incluso cuando ya habíamos cambiado de tema y estábamos hablando de otras cosas, seguía muy molesto y distante de la conversación entre Zoe y yo.

En un momento se levantó para ir al baño y aproveché para hablar con mi amiga al respecto.

- ¿Qué es lo que pasa a Alex? - pregunté en voz baja. - Ya sé que sigue enojado por lo de Nathan. ¿Pero no crees que esto ya es demasiado? ¿Has visto su cara durante todo el día?

- Ya sé, ya se lo dije varias veces personalmente también. - respondió con aspecto de cansada.

- ¿Y qué es lo que te dice?

- Lo de siempre, que te quiere y se preocupa por ti y que no quiere que te lastimen.

- ¿Tú crees que tal vez...esté celoso? - pregunté un poco dudoso.

- Bueno, eso parece...lo he estado pensando, no quería decir nada para no preocuparte pero ya veo que piensas lo mismo que yo.

- Sí, en realidad Nate me metió esa idea en la cabeza.

- Ahh, ¡Tal vez él también esté celoso de que otro chico se fije en ti! - me empujó en el brazo y se rió.

- Sí, claro...eso nunca va a pasar. Pero hablando en serio ¿Qué tal si tienen razón? ¿Quiere decir que...Alex...que yo le gusto?

No quería pensar en eso pero ya no me estaban quedando opciones para tratar de entender a mi amigo. ¿Y si realmente era así? No sabría cómo enfrentarlo. Yo amaba Alex, lo quería muchísimo pero nunca me fijé en él románticamente. Era mi mejor amigo y creí que él también me veía así.

Mi conversación con Zoe fue interrumpida cuando Alex regresó y tuvimos que seguir hablando de otras cosas.

¿Y si le preguntaba? ¿Qué tan malo podía ser? La verdad es que me daba miedo su respuesta. Por el momento decidí seguir quedándome con la duda.

🌸

Volví a ver a Nate el lunes en la facultad. Me lo encontré caminando en uno de los pasillos con uno de sus amigos. Dudé un segundo si acercarme a saludar o no pero finalmente lo hice. Lo extrañaba, maldita sea. Tal vez no tendría otro momento por que ese lunes tenía un día facultativo muy atareado.

- Hola. - salude tímido pero feliz. Era la primera vez que lo veía estando alguno de sus amigos presentes. Para ser más preciso, con Michael, uno de los que parecía querer darme una paliza el día de la fiesta.

- Hola. - me saludó Nate sorprendido. - No esperaba verte por aquí.

- Sí, curso dentro de unos minutos en un aula por aquí cerca.

- ¡No me digas, tú debes ser Liam! - interrumpió Michael y me extendió su mano para saludarme.

- Ah sí...hola.

- Sí, es él...el amigo que te conté. - agregó Nate. Parecía un poco nervioso.

- Oye ¿cómo es que terminaste siendo amigo de este idiota? - preguntó Michael señalando a su amigo.

- Ahh bueno...básicamente me obligó. - bromeé y ellos se rieron. Nate me dirigió una mirada un tanto íntima, de esas miradas tan...tan nuestras.

- Bueno ¿y qué hacen cuando se juntan? - volvió a preguntar Michael.

Tampoco me había agradado mucho ese chico antes pero no me parecía tan malo en ese momento. Diablos, ¿a dónde habían quedado todos mis prejuicios? Nathan me tenía ablandado con respecto a él y al parecer con todos a su alrededor también.

- ¡Ya déjalo en paz que tiene que ir a clases! Y nosotros también. - respondió Nathan ya que ninguno de los dos fuimos capaz de contestar la pregunta de Michael.

Obviamente sus amigos no tenían la más puta idea de lo había estado haciendo conmigo realmente. Tampoco esperaba que se los cuente. Pero ¿por qué todo tenía que ser un secreto? Por qué así empezaba a sentirse. Al menos le había contado a su amigo de mí, y eso me hacía sentir un poco feliz.

Pero bueno, todo ese asunto "gay" era nuevo para Nathan así que tenía que respetar sus tiempos. Yo mejor que nadie lo entendía pero la verdad es que seguía sin saber en dónde me estaba metiendo y cómo carajos iba a terminar todo ese asunto con Nate.

Solo esperaba que Alex no tuviese razón con sus predicciones...

No tenía control sobre Nate y su mundo pero sí sobre el mío. Tenía que concentrarme en hacer lo que creía correcto y en no involucrarme más de la cuenta. Cosa que ya había empezado a hacer porque desde que estuvimos esa noche juntos no podía sacarlo de mi cabeza ni un segundo... 

 

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El chico que detestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora