26 | Nathan

33.1K 2.7K 866
                                    

Liam creyó que iba a ir por su boca nuevamente pero en medio del trayecto me desvié y fui directo a su cuello. Eso sí no se lo esperaba.

Lo tomé con mi mano derecha de la nuca y giré un poco su cuello para darme más lugar. Lo escuché como había empezado a suspirar.

Los primeros besos fueron suaves, apenas rozando mis labios en su piel. Después fui apoyando mi lengua y lamiendo en cada beso que daba mientras iba subiendo cada vez más.

- Ya basta... - murmuró pero obviamente no le hice caso. Él tampoco se estaba resistiendo mucho que digamos.

Subí un par de besos más hasta llegar atrás de su oreja. Allí tomé su lóbulo entre mis labios y luego con mis dientes. Fue entonces que se le escapó un gemido que al parecer estaba tratando de contener.

- Me mata cuando gimes así. - hablé lo más sensual que pude cerca de su oído. Lo sentí temblar ante mi voz. - Voy a hacerte gemir mucho más que eso, Liam.

Se aferró a mí con sus manos por donde pudo y giró su cara intentando buscar la mía al escucharme decir eso. Quería besarme pero ahora era yo él que quería hacerse el difícil. Cuando quiso acercarse a mi boca me alejé un poco, dejándolo con las ganas y con el beso en el aire.

- Te odio ¿lo sabes? - dijo cerrando los ojos y apoyando su frente en la mía.

- Y yo estoy loco por ti. - respondí.

Me gustaba tanto todo esto. Tal vez más de lo que debería...

- Pues acabas de perder tu oportunidad de seguir. - habló sacándome del trance en el que estaba entrando. Me empujó lejos de él. Y con una sonrisa triunfadora se alejó de donde estaba.

Dios, deseaba tanto estar con él.

🌸

Los días siguientes no nos pudimos ver porque Liam tenía un examen importante dentro de poco y quería concentrarse para estudiar. Seguimos hablando por mensajes pero nada se comparaba a tenerlo cara a cara. Realmente lo estaba extrañando.

Aproveché esos días para estudiar también y para ver a mis amigos, los cuales me habían empezado a decir que me encontraban raro y distraído.

Y vaya que era cierto, pero no les podía contar la verdadera razón. No a ellos por lo menos. Con el único con el que podía hablar de eso era mi primo Lucas.

Fui a su casa uno de esos días para ponerlo al día.

- La verdad no me puedo creer que te estés volviendo gay. - comentó luego de ir toda la historia.

- Tú me animaste a que siguiera con esto ¿ya te olvidaste?

- Bueno, pero me sorprende que me hayas hecho caso. Nunca escuchas a nadie y siempre haces lo que quieres.

- Eso es justo lo que estoy haciendo. Hago lo que quiero y lo que siento.

- Está bien, mientras no juegues con ese pobre chico. - me dirigió una mirada amenazante.

- Hey ¿Por qué todo el mundo sale con eso? - exclamé ofendidísimo.

- Nathan, tienes un montón amigas que usas para tener sexo. Siempre haces lo mismo. Todas aceptan tus términos y no tener nada serio pero cuando alguna quiere pasar a ser "más que una amiga" desapareces del mapa.

- Y sí, ¿qué quieres que haga? ¿Que juegue a los noviecitos con ellas? Prefiero alejarme antes de empeorar las cosas.

- ¿Y vas a hacer lo mismo con Liam?

Me quedé callado. ¿Por qué los comparaba? Eran dos cosas totalmente distintas. Liam era un asunto diferente. No había punto de comparación para mí entre él y todas esas chicas.

- Jamás lastimaría a Liam así. Él no tiene nada que ver con lo que estás diciendo.

- ¿Ah no? El hecho de que sea hombre no lo hace inmune a enamorarse ¿o si? ¿Y si llegara a involucrarse sentimentalmente mucho más que como amigos? ¿Qué vas a hacer entonces? - preguntó.

Eso no iba a pasar. Estábamos bien con la relación que teníamos. Nuestra amistad era diferente. Era especial. Es lo que teníamos porque así surgió naturalmente y me agradaba así. Y estaba seguro de que él tampoco tenía problema al respecto o de lo contrario jamás me hubiese dejado que lo llevara tan lejos. Como había dicho antes, nosotros no teníamos título. No éramos blanco o negro. Era lo que éramos. Éramos lo que sentíamos.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El chico que detestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora