Pasó una semana exacta desde aquella pelea en la facultad y mi separación de Nate. No lo había visto, ni hablado con él. Tampoco vi a Michael, el resto de sus amigos, o a Marco, No había visto a nadie de su entorno, ni siquiera de lejos por ahí. Era raro. Es decir, era mejor pero mierda, lo extrañaba y me dolía.
Alex había estado intentando hablarme y hacerme sentir mejor pero la realidad era que no quería estar con él y trataba de esquivarlo lo más que podía. Aún estaba enojado por lo que pasó. No lo culpaba pero...él también se había equivocado provocando toda la situación.
Ese día se acercó a Zoe y a mí para hablarnos mientras intentábamos estudiar en la biblioteca. A penas lo vi dirigirse hacia nosotros, tomé mis cosas, dispuesto a irme.
- Hola chicos. - saludó Alex.
- ¡Hola, Alex! - dijo Zoe.
- Yo ya me iba. - respondí terminando de guardar todo en la mochila. - Nos vemos después, Zoe.
- Espera...- dijo Alex deteniéndome - ¿Planeas hacer esto toda la vida?
- ¿El qué?
- Esto...irte cada vez que me ves. ¿Acaso ya no somos amigos?
- Creo que hace rato que nuestra relación no es la misma.
- Ya lo sé...¿Sigues enojado conmigo por lo que pasó?
- No, no estoy enojado contigo. - respondí serio.
- ¿Entonces?
- ¿Entonces qué? ¡Me siento mal! - exclamé - ¿Qué no lo ves? Acabo de separarme del chico que amo. ¿Te parece poco?
- Lo lamento ¿okay? No sé cuántas veces más quieres que me disculpe. Créeme que no estoy orgulloso de lo que pasó con Nate pero al menos ahora sabes qué clase de chico era.
Quería golpearlo. Me dio tanta bronca escucharlo decir eso que me dieron ganas de golpearlo.
- Tú no sabes nada de Nathan. No quiero que vuelvas a hablar de él y menos así.
- ¿Por qué sigues defendiéndolo, por Dios? - preguntó viéndome indignado.
- Bueno ¿qué tal si siguen hablando fuera de la biblioteca antes de que nos echen? - interrumpió Zoe.
- No tengo nada más que hablar con él. - dije y me fui rápidamente.
Pero obviamente Alex no iba a dejarlo así y me siguió.
- ¡Liam, espera! - me gritó. Lo ignoré y seguí caminando. Pero no tardó en alcanzarme y tomarme del brazo para detenerme.
- Alex, déjame en paz. ¿Quieres? - le pedí con un tono triste
- ¿Eso quieres? ¿No quieres volver a hablar o verme nunca más?
- Sólo sé que todo es muy complicado ahora. No te culpo, de verdad no lo hago, Alex, pero desearía que hubieses sido más bueno con él. Fuiste muy injusto al intentar exponerlo de esa forma. Si no lo quieres, está bien. Pero no tenías ningún derecho a presionarlo así. Eso es lo que de verdad me molesta de ti. La actitud de mierda que tuviste desde que supiste que estaba con él.
Se quedó callado un momento mirándome. Se veía sorprendido y parecía estar tratando de procesar todo lo que le dije.
- Tal vez me dejo llevar demasiado por lo que siento por ti...¿tan mal está eso? - me miró confundido.
- Si lastimas a otros, entonces sí. - afirmé.
- Pero tú fuiste el que salió lastimado con lo que pasó, con lo que Nathan hizo.
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El chico que detesto
Romance¿Qué pasa cuando es el hetero el que insiste en buscar al chico gay? Nathan, con su personalidad extrovertida, su gusto por las fiestas, salir a divertirse, beber y llevar a la cama a cualquier chica que quiere, no puede dejar de querer obtener la...