90 | Liam

15.9K 1.3K 680
                                    

Aproveché esos días sin clases y el fin de semana para alejarme de todos un rato y también para poder estudiar más tranquilo en casa de mis padres para mis próximos exámenes. Después de todo no hay nada más lindo que los mimos de una madre cuando uno está estresado o decaído. Y como mi mamá me extrañaba muchísimo cuando no estaba, las veces que iba a visitarla me trataba como un rey. Eso era lo que andaba necesitando.

Habían transcurrido un par de horas desde mi llegada a casa y ya me encontraba en la sala tirado en un sillón viendo televisión y hablando con papá mientras mi madre nos preparaba algo de comer.

Cuando tocaron el timbre papá se levantó a abrir la puerta. Y cuando escuché la voz de él hablando proveniente de afuera pensé que me había vuelto loco.

No podía ser, imposible.

Me levanté con rapidez y me dirigí a la entrada para comprobar lo que habían escuchado mis oídos.

- ¿Qué carajos haces aquí? - fue lo primero que pude decir en cuanto lo vi. ¿Qué hacía Nathan en mi casa? Luego pensé que algo malo podría haber pasado y me asusté.

- Hola, rubio - me saludó sonriente.

- Me estaba diciendo que es un compañero tuyo de la facultad que vino a verte - dijo papá serio.

- Ah, sí - respondí nervioso - ¿Qué pasó, Nathan? ¿Por qué estás aquí?

Mis padres aún no tenían idea de lo que había vivido con ese chico. Y menos papá. Él siempre había sido muy protector conmigo y supe que lo seguía siendo al ver la seriedad con la que miraba a Nathan.

Y desde que salí del closet, si había algo que ponía a mi padre celoso era que los chicos vinieran a casa a buscarme.

- Lo que pasa es que te extraño - respondió sin dejar de mirarme. - Y sentí que tenía que hacer esto - Me sonrojé por completo al escucharlo. ¿En serio esto estaba pasando?

- ¿De qué habla, Liam? - me preguntó confundido papá.

- Uh, lo que pasa es que...- no sabía cómo empezar a explicar, la realidad era que me moría de vergüenza.

- Estoy enamorado de él, de su hijo - Nathan se dirigió a mi padre y a mi casi me agarra un infarto.

- ¿Ah sí? - lo cuestionó papá observándolo de pies a cabeza.

Mi madre escuchó la conmoción de la entrada y se acercó a ver qué ocurría. Nathan se presentó con ella y volvió a aclarar que estaba allí por mí porque me amaba y me extrañaba.

Aún seguía sorprendido de que estuviese haciendo esto, de verlo parado ahí en la puerta de mi casa, pero entregando todo su corazón.

Me mordí el labio inferior mientras lo veía como si así pudiese calmar y reprimir todo mi amor por él.

- Es una larga historia - les dije a mis padres finalmente.

- Bueno, no lo vamos a dejar ahí parado toda la noche - añadió mi madre sonriéndole a Nathan.

- ¿Y por qué no? - preguntó papá encogiéndose de hombros.

Mamá le dio codazo e hizo pasar a Nathan para que se pusiera más cómodo.

- Entonces...¿es tu novio? - preguntó mi madre - ¡¡Liam ¿por qué nunca me cuentas nada?!!

- ¿Novio? ¿Qué novio? - saltó papá.

- Okay, esto es muy incómodo - los detuve antes de que siguieran con sus preguntas. - Antes de hacer esto...¿podemos hablar a solas? - me dirigí a Nathan.

El chico que detestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora