34 | Nathan

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No me junté con nadie, ni siquiera con mis amigos durante esos días. Hasta incluso había dejado de mandarle tantos mensajes a Liam. Me enfoqué completamente en los estúpidos exámenes. Primero, porque aprobar era importante por supuesto, y segundo, porque sabía perfectamente cuál iba a ser mi recompensa después de esto.

Así que allí estaba, esperando que me dieran la maldita nota de ese último examen. El profesor salió del aula y colgó una lista con los aprobados en la pared.

- ¡¡Aprobamos!! - saltó de la emoción Michael, quién había rendido conmigo.

- ¡Al fin! Un par de semanas de descanso, hasta las próximas pruebas. - me relajé sintiéndome feliz.

- Este fin de semana hay que salir a festejar como locos. ¿Cuánto hace que no salimos, hey?

Pues la verdad tenía razón, hacía mucho que no salíamos. Pero en mi mente solo había estado haciendo planes para Liam. Había estado dejando de lado a mis amigos un poco si me ponía a pensar.

Le dije a Michael que luego arreglaríamos bien cuándo salir. Lo haríamos pero mi prioridad seguía siendo Liam, por ese momento al menos. Se acercaba el momento que tanto imaginé y no iba a posponerlo después de todo lo que esperé.

Había pensado en invitar a Liam a comer a casa. Era buen cocinero así que tal vez podría sorprenderlo por ese lado, crear una noche especial y todas esas cosas cursis que a él le gustaban. Quería que se sintiera lo más cómodo posible.

Ese día llegué a casa y lo primero que hice fue llamarlo. Era jueves, así que mañana viernes era el día perfecto.

- No puedo mañana. - contestó un poco confundido luego de mi invitación.

- ¿Qué? ¿Por qué? - me sorprendí. - ¿Qué tienes que hacer un viernes a la noche?

- Hemos quedado con Zoe y Alex para juntarnos en su casa. Hace mucho que no estamos los tres juntos.

- ¿Estás bromeando, verdad? Liam, se supone que este finde era nuestro. Ya terminaron los exámenes.

- Yo nunca dije este fin de semana exactamente. Además con mis amigos organizamos esto desde el comienzo de la semana. Lo lamento pero se te adelantaron y ahora no puedo decirles que no. ¿Cómo quieres que supiese que estabas organizando esto para el mismo día?

- Yo le dije que no a mis amigos, les dije que no podía este viernes. - respondí un poco molesto. - Podrías hacer lo mismo.

- Nathan, no te pongas en modo idiota ¿sí? - me retó - Aún tenemos el sábado.

- Ya no quiero esperar más.

- Nate...

- Anda, por favor. Ven a casa ¿sí? He estado planeando esto especialmente para ti. - puse mi lado dulce en acción. - Te extraño.

- Dios, no me hagas esto. Los chicos se van a enojar conmigo.

- Claro que no, no lo harán. Ellos entenderán.

- Nate, basta.

- Quiero hacerte el amor. - dije sin pensar.

Yo jamás usaba esa frase.
¿En qué estaba pensando? Había sonado extremadamente cursi. Liam se quedó en silencio del otro lado del teléfono.

- Quiero que estemos juntos. - agregué luego ignorando mi frase anterior - Por favor, te cocinaré algo delicioso, ya verás. Será una noche especial, tal cual como tú lo querías. ¿Y sabes qué? Yo también lo quiero así. Esto es importante para mí.

Pareció estar pensando su respuesta unos segundos y luego finalmente contestó.

- Está bien...iré contigo, dejaré lo de mis amigos para el sábado.

El chico que detestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora