Después de varios minutos, di un paso atrás para que pasara el aire entre nosotros, y le dije,
T: Bruno, no?
El no hablaba y asentó con la cabeza, me acerque para darle dos besos los cuales él también me dio. En ese momento le olí, no podía describir como olía, pero sí lo que sentí, un ardor me recorrió por todo el cuerpo, los pelos de punta al sentir su contacto con su piel, no podía resistirme a este hombre pensé, al separarnos comprobé que estaba bastante cohibido, por lo que eso me tranquilizó, y pensé perro ladrador poco mordedor.
Y en ese momento, en el cual pensaba que tenía la sartén por el mango le pregunte
T: Algún problema?
Bruno: Ninguno, sólo que no eres como me pensaba.
Como que no soy como se pensaba? Estamos locos, que quiere decir con esas palabras?, seguro que mi cara demostraba todo lo liada que estaba con esa contestación, estaba confundida y a la vez irritada por sus palabras.
T: No te entiendo. Las fotos no son...
Al momento interrumpió lo que yo iba a decir y me contestó
Bruno: Perdona me refiero que eres más preciosa que en las fotos.
Empezó a subirme un calentón por todo el cuerpo y finalizó en mi cara, notando que cada vez estaba más sonrojada.
Empezaba a acostumbrarme a tener esta sensación de caerme al vacío, sensación que no me gustaba, pero que a la vez me hacía sentirme viva, por primera vez en la vida, entonces pensé en las palabras de Miguel, "disfruta", y comprendí que era mi momento.
Bruno me miró y sonrió, en ese momento, vi un lado tierno en su expresión, de chico travieso, pero delicado al mismo tiempo.
No pude evitar mirarle fijamente y sacar una sonrisa en mis labios, y pensé como debía de besar... quería notar sus labios, pero no sabía si en mi corta estancia iba a suceder.
T: Buenos nos vamos, y me vas contando como nos organizamos?
Bruno: Si claro, siempre quieres saber que va a ocurrir en cada momento?
T: Si claro, me gusta tenerlo todo bien agarrado.
Bruno: Me gusta eso de bien agarrado, si te refieres a lo que pienso
Me clavó su mirada y volvió a sonreír, pero al momento miró hacía el suelo, poniendo una cara de inocente pero a la misma vez de diablo.
Bruno: Nos vamos al hotel, así dejas la maleta, te das una ducha y nos vamos a cenar.
T: Perdona....
Bruno me interrumpe, se ve que interrumpir cuando hablo va a ser algo muy habitual, en estos días.
Bruno: Déjate llevar por unos días, exactamente hasta el domingo por la noche, yo nunca admito un No por respuesta, este es mi coche, venga guapa, vámonos.
En ese momento lo miré y resoplé, no me gustaba nada que me manden, casi nunca había tenido a nadie que me dijera como ni cuando debía de hacer las cosas, yo misma decidía esto, desde hace mucho tiempo.
Entré en su coche, un Cadillac, el mientras, estaba metiendo mi maleta en el maletero, luego entra en el coche, me mira y me dice
Bruno: Preparada?
T: Si claro.
Bruno: No, preparada para no pensar en lo que viene luego?
T: Que remedio, pero hasta el domingo.