Habían pasado días, desde mí primer encuentro con Bruno, estaba feliz, pero a la misma vez estaba descontenta, estar con Bruno de esta forma, era insoportable.
Yo quería estar con él a todas horas, no tener limitaciones, ni horarios que seguir, quería vivir mi día a día con él, quería verle por la calle, besarle y abrazarle cuando yo quisiera, dándonos igual el sitio.
Nos veíamos algunos días, yo quería verle todos, hacer cosas en pareja, pero era imposible y eso me amargaba.
No quería más encuentros en diferentes hoteles, me hacía sentir amante, antes que novia.
Pero para dar un punto a favor a Bruno, no siempre que quedábamos había sexo, a veces montaba cosas para que me pensase que estábamos como antes, alquilaba CD para verlos los dos juntos con un cuenco de palomitas, otras traía juegos de mesa, para reírnos un rato.
Íbamos cambiando, pero lo único que siempre había, eran sus besos, sus caricias, sus mimos, eso en ninguna de nuestras citas había faltado, al contrario era lo primero que hacíamos juntos.
Pero yo no quería esto, yo quería verlo todos los días, levantarme con él todas las mañanas, mi cama muchas noches volvía a ser enorme.
En estos días había pensado en Phil, pero no tenía suficiente fuerza para mandarle ningún mensaje. Le había dicho cosas que no sabría sí me iba a perdonar.
Pero llegó el día que me armé de valor, para mandar un mensaje a Phil pidiendo disculpas por mis palabras de la última vez. Parecía que volvía la antigua Ariadna, la que levantaba la cabeza y andaba con paso firme.
Hola Phil, siento lo que te dije, supongo que ya sabes que Bruno me ha explicado todo, de verdad lo siento. Me perdonas?
No tardó en contestarme.
Claro amor que te perdono, sé que no sabías nada, y te entiendo, nos podríamos ver no? Conmigo no tienes que esconderte, creo?
Mi sonrisa apareció al momento de leer su mensaje.
Si claro, contigo no tengo que ir en secreto. Nos vemos y comemos juntos?
Perfecto, te paso a buscar, pásame tu ubicación al móvil. Que yo sé utilizar esas cosas, no como tu novio que es un negado.
Le pasé mi ubicación y me preparé faltaba poco para que viniera a buscarme.
Lo esperé abajo, dado que era muy complicado el aparcamiento en mi zona, llegó y entré, besándole fuertemente en su mejilla.
Como estas? - me preguntó - mejor que ahora volvéis a estar juntos?
Pues no lo sé, si mejor estoy, claro - le decía - pero ya sabes, yo querría estar con él y que todo el mundo lo supiera, y no puedo estar así, estamos a escondidas, como si fuera una niña que tiene un novio que a sus padres no les gusta.
Ja ja ja - se reía - mujeres¡¡
Como que mujeres - le dije con cara de enfado.
Nunca estáis completamente a gusto - me recriminó con una sonrisa.
Bueno no somos conformistas, si es a lo que te refieres - le contesté.
Llegamos al restaurante y nos sentamos en una mesa de la terraza, se estaba muy bien, salió el sol, y la sensación era cálida.
Nos sirvieron la comida y sonó mi móvil.
Quedamos que me dirías todos tus pasos - era un mensaje de Bruno.
Lo siento, pensé que Phil te lo habría dicho y que no hacía falta informarte - le contesté.
Phil me lo ha dicho, pero me hubiera gustado saberlo también por ti, me hubiera dado cuenta que te tomas en serio lo que tenemos encima - sus palabras me hacían sentir que estaba enfadado.