Abrí los ojos, y miré el reloj, eran las dos del mediodía, esta clase de vida me iba a matar, aprovechaba más la noche que el día.
Antes de levantarme, cogí mi móvil y vi que tenía un mensaje de Bruno.
Quedamos? Vamos a cenar? Cine? Que te apetece?
La verdad es que su insistencia me gustaba, y me hacía sentir bien, pero no íbamos a quedar para cenar ni cine ni estas cosas, no quería una cita de dos personas que no habían tenido ningún problema.
Antes de tener algo así, teníamos que dejar las cosas claras, por lo menos yo necesitaba hablar de todo lo que nos había pasado, por lo que mandé un mensaje a Bruno.
lo siento pero creo que es pronto para la cita, ahora no quiero ni cena, ni cine, ni nada de esto. Esta tarde estaré sola en casa, pásate y hablamos. Por ahora es lo único que te puedo ofrecer, hablar de todo lo que nos ha pasado. Si no quieres no hay problema.
Estaba entera, muy entera, y por esa razón estaba esperando en línea, su contestación, la verdad es que no tardó mucho.
Por mi parte no hay problema, voy a esperarte siempre, no voy a hacer nada que tu no quieras hacer, voy a ser paciente, quiero empezar de cero.
A las cinco en casa de Sharon? - contesté.
Vale, allí estaré - me confirmó.
Pasaron las horas y cada vez que se aproximaba el momento, ya no estaba tan entera como antes, a lo mejor fue mala idea quedar en casa, pensé, estaríamos los dos solos, pero necesitaba intimidad para poder hablar de todas las cosas.
Eran las cinco y tocaron a la puerta.
Intenté respirar y abrí.
Hola, entra - le dije.
Hola - me dijo mientras me daba dos besos.
Entró y nos fuimos al sofá - Quieres tomar algo? - le pregunté.
No, gracias - me dijo.
Estábamos los dos fríos, casi ninguno empezaba la conversación, parecíamos dos desconocidos que acababan de presentarse.
Los dos sentados en el sofá uno enfrente del otro, mirándonos, sin hablar, intentando retomar algo que no terminó bien.
Cómo estás? - le pregunté - mejor?
Sí, bueno ya sabes hay días mejores, días peores, días en que paso por algún sitio y la recuerdo, algún olor que me hace pensar en ella, esas cosas, pero en general estoy bien, y estamos bien todos - me contestó.
Bueno, quiero que sepas, que tengo contacto con tu familia, no es diario pero hablo con ellos - le confesé.
Lo sé - me contestó - me lo comentaron, y la verdad es que me puse contento al saber, que estabas bien, y que aunque estuviéramos separados, seguías teniendo contacto con mis hermanas, con Eric hasta incluso con mi padre.
Encontré que tenía que ser él quien empezara con el tema que nos había juntado, ya que fue él quien había provocado toda esta situación.
Sé que con un lo siento no voy a arreglar nada, pero de verdad lo siento - me dijo.
Que sientes? - le pregunté.
Siento no haberte creído, me ardía por dentro, no podía con la situación, tenía mucha rabia, sabes que soy impulsivo, y a lo mejor esto es algo que tengo que controlar, estaba celoso, vi la foto y me llevaron los demonios, no tengo excusa - me decía, sus manos no paraban de temblar.