Capítulo 30

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Estábamos en el sofá, mirando la tele sin mirar, ninguno de los dos quería empezar la conversación, yo no lo iba a hacer, ya era hora que Bruno se diera cuenta que yo no era como el resto de personas, que están detrás de él babeando y lamiendo el suelo que pisa.

Ayer le dije que no iba a pasar ni una, y no sólo me refería a que mirara las modelos, sino a todo, a su comportamiento y a su forma de hablarme cuando se irritaba, ya no aguantaba más, no entendía su reacción, si tendría que estar contento!!le acabo de decir que me voy con él y le ha dado lo mismo, se ha cabreado igualmente.

No podía dar crédito a su reacción, pero ya sabía que eso sería algo habitual en mi relación, no entender nada, sería lo más común con él.

Me preocupo por ti - me dijo sin mirarme a la cara - se que era importante, que lo llevabas buscando años y me desagrada que hayas rechazado la oferta.

Entiendes que no te he dicho nada, por eso, para que no te sintiera así? - le hablaba pero igual que él, seguía mirando la televisión.

Sí, entiendo que me hayas dicho otra cosa para evitarme el mal estar que tengo dentro ahora - seguía hablando sin mirarme.

Estoy bien aquí contigo - me dijo - aquí te veo feliz, estas con la gente que te quiere, te veo reír - seguía sin mirarme y mirando fijamente la televisión - tengo miedo que te arrepientas, que un día me eches en la cara que no eres feliz y que no te tendrías que haber marchado de aquí. Tengo miedo de cagarla otra vez.

Esta vez ya me miraba mientras se tocaba el pelo.

Yo no sé lo que va a pasar Bruno, posiblemente al principo pueda estar un poco perdida, sin confianza con la gente de mi alrededor, pero con el tiempo será mi hogar, yo solo quiero estar contigo - intentaba ser lo más sincera - desde que me enviaste el primer email no te he podido olvidar, y en tu ausencia no he sido feliz. Es mi decisión, yo nunca te echaría la culpa de mis decisiones.

Pero como la vuelvas a fastidiar, no vivirás para contarlo!! - le dije sonriendo, mientras nos mirábamos.

Quieres que me vaya contigo? - le pregunté.

Me encanta que te vengas conmigo! - me contestó.

Nos levantamos del sofá, y Bruno me cogió por la cintura y nos besamos, nos acariciábamos.

Ya iban a ser las ocho, y con la discusión no habíamos comido nada, mi barriga rugía como si tuviera dentro de ella un león.

Eso es tu barriga? - me preguntó Bruno.

Sí - contesté y nos pusimos a reír.

Vamos a cenar? Quieres? - me miró con cara de no saber donde meterse.

Sería una buena idea, vamos? - le dije

En ese momento, me sonó mi móvil, era Emma, ella también había recibido la llamada de mi queridísimo Miguel.

Hablé con ella, y quedé que después de cenar, nos iríamos al bar de copas que tenían.

Estábamos en la puerta del bar más cool, de todo Madrid.

Entramos y pregunté por Emma y David al camarero de la barra, él nos indicó donde los podríamos encontrar, y fuimos hacía allí.

Todo el mundo que me encontraba, me saludaba, Bruno no daba crédito a lo que estaba viendo, tenía cara de asombro.

Todos te conocen? - me preguntó acercándose a mi oído, la música estaba bastante elevada.

Bueno ellos a mí sí, pero yo no conozco a todos - me reía de la situación

Bruno mi pasionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora