En el silencio, escuché a alguien que se acercaba, llevaba una linterna, por lo que enfoqué en la dirección donde venía el ruido.
Podrías decir que eras tú, me has dado un susto¡¡ - le dije a Bruno - que haces aquí?
Le pregunté a mi madre donde estabas - me hablaba mientras se sentaba a mi lado - y después de diez minutos agobiándola me dijo que te había dado las llaves del coche y te habías ido, pensé que estarías aquí.
Nunca puedes dejar que la gente haga lo que quiera hacer? - le pregunté - si me fui era porque quiero estar sola, si hubiera querido estar contigo te lo hubiera dicho.
No me trates así - me dijo
No me trates tú como me tratas, y a lo mejor ahora estaríamos disfrutando el fin de año de otra forma - le hablaba mientras mi vista estaba centrada en los fuegos artificiales.
Quiero que sepas, por si te piensas que es otra cosa, que sólo estoy mosqueada porque no me lo dijiste, porque todos lo sabían menos yo, porque no has contado conmigo, no para decirte si o no, sino para disfrutar contigo de tus alegrías - le dije - me alegro por ti, me alegro de tu gira y espero que os vaya genial.
Lo siento, no sabía cómo te lo ibas a tomar, cuando lo supe aún teníamos el problema, y me planteaba otras opciones, te lo iba a decir, sólo pienso en que va a ser complicado vernos, no estaremos todos los días juntos, y estaba preocupado - me dijo - no sé cómo lo vamos a llevar.
Pues lo mejor que podamos, tu vienes, yo iré, no nos queda otra para vernos - le dije - no te voy a decir que me entusiasma la idea de no estar juntos, porque no es así, pero creo que nos irá bien, por lo menos a mí. - intentaba mantener la calma, decirle que todo iría bien, aunque por dentro ya lo estaba echando de menos.
Te echaré de menos - me dijo
Yo ya te estoy echando de menos - le dije
Bruno se acercó y me besó, noté sus labios húmedos tocar los míos.
Sus labios me atraían más a él, y me preguntaba mientras que él me besaba como conseguiría aguantar semanas sin verle, sin besarme, sin rozar su piel, como podría dormir sola, quedarme dormida sin sus caricias y abrazos.
Me tendría que acostumbrar, sino mis días serían difíciles de pasar, era lo que había elegido, lo que realmente quería estar con él, y eso tenía este precio, estar en alguna temporada, un tiempo sin verle.
Bruno seguía besándome, y su cuerpo hizo que me acostara en la arena, encima de nuestros sacos de dormir.
Mis manos acariciaban su pecho y subían llegando a su cuello, jugando con su pelo.
Bruno bajó mi cremallera del vestido, haciendo que mi espalda tuviera el contacto directo de sus manos, bajando y subiendo.
Desabroché su camisa y se la quité por completo, bajé hacia su pantalón, después de varios intentos conseguí quitárselo, dejando su cuerpo desnudo.
Bruno me quitó la ropa, me agarró con fuerza para notar mi cuerpo contra el suyo, piel con piel, nuestros cuerpos radiaban calor, estaban al máximo, gemíamos y suspirábamos.
Nos seguíamos besando, mi lengua recorría su cuello, mis manos bajaban y subían por su pecho, mi pierna encima de su muslo, apretándolo hacia mí.
Mis manos bajaron y llegaron hasta donde yo buscaba, acariciando su excitación, rozando con suavidad, mientras mi boca besaba sus labios, mi excitación aumentaba cada vez más, notando su miembro.
Sus suspiros eran más fuertes, cada vez que mi mano se movía con más ansia.
Como sigas así, no voy a durar mucho - me dijo con voz entrecortada.
