Me voy al baño y empiezo a llenar la bañera, echo un poco de sales de baño y jabón, lleno mi copa de vino y oigo mi teléfono, tengo un mensaje, era Bruno.
Ya estás en la bañera?.
Y no sé por qué, pero coloco mi copa de vino tinto al lado de la bañera llena de agua con espuma, hago una foto y se la mando.
Pienso que estoy loca, que estoy dando pie a algo que no me va a llevar a ningún lado, y al momento pienso, porque no, no pienses y haz lo que te apetezca, hazlo por lo menos hasta el domingo por la noche.
Sé que lo que siento es algo físico, al fin y al cabo no le conozco para sentir algo, y pienso que a él le sucederá lo mismo, pero mi cabeza, recuerda el primer momento de verlo en el aeropuerto, eso fue sólo físico?, todos mis pensamientos se disipan al escuchar mi móvil.
Enseguida obtengo contestación por parte de la persona que estoy perdiendo la cabeza.
Lo que daría por estar contigo.
En ese preciso momento, se me agita la respiración, mi corazón va a mil, y que contesto yo ahora? La verdad, que venga? Que ahora mismo, quiero estar con él.
Veo que está en línea, esperando una contestación por mi parte, cada vez más nerviosa intento concentrarme para poder mandar algo, y cuando lo decido, veo que empieza a escribir.
Pero tendré que esperar. Descansa, mañana no tendrás tiempo para respirar, buenas noches.
Entonces sí que contesto.
Ya veremos, buenas noches Bruno.
Me desnudo, me sumerjo en el agua caliente y me relajo bebiendo mi copa de vino, pensando en él, en que pasaría mañana, desde que apareció Bruno en mi vida, desde ese mismo momento, mi cuerpo ha reaccionado poniéndose nervioso a todo lo relacionado con él, porque esa sensación de perder el control?.
Salgo de la bañera, intentando pensar en otras cosas, mando un mensaje a Miguel, diciendo que todo está bien, y mandándole alguna foto de la habitación, para que esté tranquilo.
Me meto en la cama enorme del hotel e intento cerrar mis ojos, para terminar de descansar.
Suena el despertador, ya son las 7:30, la verdad que no pude dormir mucho, pero me siento más descansada, me levanto y me voy a duchar, siempre el mismo ritual, sino no soy persona, termino, me visto, me seco el pelo, aprovecho que me queda algo de tiempo para ir sacando alguna ropa de la maleta y la voy ordenando en el armario, me dispongo a bajar a la cafetería a desayunar.
Mientras estoy en la cafetería, recibo un mensaje, nunca había estado tan pendiente de mi móvil como lo estoy ahora, pero esta vez, mi cara no sonríe, me pensaba que sería Bruno, pero es Miguel, me siento como decepcionada, triste diría yo.
Hola amor, me alegra que este bien, la habitación es una pasada, que lastima tan grande para ti sola, disfruta, y dime cosas cuando termines el video clip, espero que te vaya bien, que digo, te saldrá genial como cada cosa que haces, besotes.
Obviamente no le había dicho nada a Miguel, de lo que me pasaba con Bruno, conocía a Miguel y si lo supiera no me dejaría en paz, y todo el rato querría saber cosas y más cosas, y me agobiaría con tanta pregunta, pensé que sería mejor así, y cuando volviera a España ya cenaría con él, y le contaría todo lo que ha pasado y posiblemente pueda pasar.
Termino de desayunar, y ya son las 9:00, me voy hacia la puerta del hotel y allí estaba Bruno esperándome, él tan puntual.
Buenos días - me dice con su sonrisa de oreja a oreja, y los ojos brillantes - descansada?