Bruno, desapareció dejándome sola vistiéndome.
Vino con una mochila - Vamos? - me dijo.
Salimos y nos metimos en el coche.
Pero donde me llevas? - me preguntó.
Te tendrías que haber acostumbrado a las sorpresas conmigo, no crees? - me preguntó.
Ya pero como casi todas han sido malas ... pues ya voy con mucho cuidado - le contesté.
No seas malas¡¡ - me dijo mientras me acariciaba la mano.
Llegamos a un sitio, estaba relativamente oscuro, pero algo se veía.
No salgas¡ vale? Ahora vengo - me dijo.
Bruno salió del coche, abrió el maletero y se marchó, yo estaba esperando, pasaron 15 minutos y lo vi que venía.
Te tengo que tapar los ojos, puedo? - me preguntó.
Vale, pero soy patosa, así que guíame bien, ehh - le dije.
No te preocupes, esta noche daño no tendrás - me lo dijo guiñándome el ojo, el siempre tan cuentista.
Se puso detrás de mí, y mientras me ataba con el pañuelo, me acariciaba le cuello.
Bajamos por unas escaleras, con mucho cuidado.
Preparada? - me preguntó.
Ansiosa, más que nada - le dije.
Bruno se puso en mi espalda, y me quito la venda de mis ojos.
El sitio era precioso, nunca había visto algo igual.
Era una playa pequeña de arena muy fina, a los lados había rocas muy altas que tapaban la situación de la playa, como si estuviera metida dentro de una cueva, a mi derecha había un pequeño muelle de madera blanca, que llegaba hasta el agua, y al final de este un pequeño techado.
La luna reflejándose en el mar, y un cielo estrellado, no se podía pedir más.
Miré en un rincón y había unas velas - puedo ir? - le pregunté.
Sí, claro - me dijo.
Me acerqué y vi unas letras iluminadas con velas, TE QUIERO, ponía y al lado de ellas dos sacos de dormir unidos.
Bruno me abrazaba por la espalda, y me besaba el cuello, besos cortos y tiernos, me di la vuelta y lo abracé.
Te quiero¡¡ - le dije casi gritando - El sitio es hermoso, y esto - señalando las velas y los sacos - es inolvidable.
Tienes ganas de estar conmigo? - me preguntó
Por qué me preguntas eso? - le dije, mientras mis manos acariciaban su pelo.
No sé, quiero saberlo - me contestó.
Quiero estar toda mi vida contigo - le dije - me da igual si aquí, si en Los Angeles, o donde sea, mientras esté contigo.
Me deseas? - me preguntó.
Deseo hacer el amor contigo en cada momento - le dije - te deseo siempre.
Bruno me empezó a besar y me acariciaba todo mi cuerpo, empezó desabrochándome los shorts que llevaba y cayeron a la arena, levanté mis pies y los aparté.
Yo le quité su camiseta y bajé sus pantalones, nos quedamos desnudos, seguimos besándonos, no podíamos evitarlo nos encantaba mimarnos.
Bruno se separó de mí, agarrándome de la mano - Vamos - me dijo, y me llevaba al agua.
