Nos despertamos en el sofá, la noche anterior nos quedamos dormidos, sin darnos cuenta.
Besé a Bruno, no quería estar triste, quería estar bien con él.
Bruno me miró y me volvió a besar, parecía otra persona, estaba sonriente y alegre.
Mi móvil sonó, era una llamada, lo descolgué pero nadie contestaba, decidí colgar. No le di la mínima importancia.
Quien es a las seis de mañana? - me preguntó.
No lo sé - dejé el móvil en la mesa - no ha contestado nadie.
Hice el desayuno, y lo serví en la mesa. Empezamos a desayunar.
Si ya te decía yo. Hay algo que no sepas hacer? - me dijo.
Come y no seas tonto, que no vas a conseguir nada de mí - me reía.
Estas completamente segura? - me pregunta, mirándome con cara pícara.
Segurísima - le confirmo.
Se levanta de la mesa, y va donde estoy yo.
Ven - me dice.
Hace que me apoye en la mesa con mis manos, y me sienta encima de ella.
Que haces? - le pregunto.
Te lo explico? - me contesta con otra pregunta.
Más que explicármelo, me lo puedes enseñar - le contesto.
En eso estaba pensando yo - me mira fijamente.
Mis piernas estaban abiertas, y entre ellas se encontraba su cuerpo, me apretaron fuertemente las nalgas, haciendo que mi cuerpo se fuera hacia el suyo, estábamos muy cerca el uno del otro, y no podía controlar mi respiración. Por mucho tiempo que estuviera con él, y las veces que estuviéramos juntos, cada vez para mí era una nueva sensación en mi cuerpo.
Me quitó la ropa, estaba ansioso de tenerme, y yo a él también.
Su miembro estaba excitado, duro, no podíamos contenernos, me cogió del pelo fuerte, haciendo que los besos, fueran duros, sensuales, agresivos, sudábamos como animales, queríamos más y más, no nos saciábamos de cada paso.
Sólo nos saciamos por un momento, al notar que su miembro eréctil, estaba dentro de mí, él soplo
No sabes lo mucho que me gusta estar así contigo - no apartaba su mirada de la mía.
Te necesito Bruno, necesito estar contigo - le contesté.
Gemíamos, suspirábamos, no podíamos contenernos, su respiración me excitaba, sus movimientos no paraban, y llegamos, llegamos rápido, pero lo que me hacía sentir, nadie lo había hecho.
Al terminar, no parábamos de besarnos, era lo más maravilloso, después de hacer el amor con él.
Era tierno, cariñoso, sus besos eran cálidos.
Terminamos de desayunar y nos duchamos, siempre juntos.
Nos vestimos, y empezamos a hacer la maleta, ya que al salir del estudio nos iríamos al aeropuerto.
Yo recogí todo, no estaba segura de volver.
Te dejo que hagas la maleta, te espero en el comedor - se marchó.
Empecé a meter todo en mi maleta, mis vestidos, pantalones, perfume, etc. vi la camiseta de Bruno, la que utilicé en las noches que no estaba con él. Decidí meterla en mi maleta.
Ya tenía todo guardado, y me fui al comedor a encontrarme con él. Estaba sentado inclinado hacia delante, con sus manos en la cabeza, su expresión era de preocupación.