Estaba en casa, y Brad estaba dando vueltas, y yo sentada en el sofá.
Que te ha dicho? - me preguntó.
Pues ya te lo he dicho en el coche, joder Brad, cuantas veces quieres que te lo repita - le dije, estaba cansada.
Vete a casa, vale? - le dije - quiero dormir un poco, estoy cansada.
A mí no me trates así, vale¡ - me gritaba - tú no me echas así como así de tú vida.
Pero Brad, que nadie te está echando - le decía - solo te digo que quiero ir a dormir, que mejor nos vemos mañana.
Por qué siempre me llamas por mi nombre? - me preguntó.
Porque te llamas así - le contesté.
No, ya sabes a lo que me refiero, a Bruno era mi amor, y a mi Brad - cada vez se movía más rápidamente.
Yo con Bruno tenía una relación, nosotros dos no somos nada, no somos pareja, eso ya lo hemos hablado y discutido varias veces, yo no te quiero, te tengo un cierto aprecio y lo sabes, joder, no es la primera vez que comentamos esto - le decía - lo aceptaste.
A mí no me sacas tan fácilmente de tu vida, cinco meses llevábamos bien, hasta que aparece otra vez él - me chillaba.
Venga Brad, respira en la calle, anda, que por nada haces un mundo, yo no te he prometido nada y he sido lo más sincera contigo - le dije - por favor, vete, ya otro día hablamos.
Se acercó para darme un beso, lo aparté con mis manos apoyadas en su pecho.
Se marchó dando un portazo. Entre llantos me quedé dormida en el sofá.
Al día siguiente la empresa, realizó una fiesta en un local, era muy habitual estos encuentros, donde venía mucha gente.
En su momento, pensé en decírselo a Brad, pero al final lo medité mejor, y no le comenté nada. Teníamos que estar separados algún tiempo, no por mí, sino por él, al principio el tema se llevaba bien, pero la noche anterior se comportaba como si fuera mi novio cuando no lo era.
Pasé todo el día en casa, recibiendo constantemente mensajes de Brad a los que no contesté.
Se acercaba la hora de ir a la fiesta, por lo que me duché y arreglé, llamé a un taxi y me fui al local.
Me junté con mis compañeros y amigos de la redacción y llegó Brian, me acerqué a él para saludarle.
Mientras estaba hablando con él, vi como en el reservado de al lado nuestro, estaba Bruno y la banda.
Ellos ya me habían visto hacía rato, mis ojos buscaban a Eric, era el único que se había preocupado por mí en este tiempo, aunque la verdad, tardó en mandarme un mensaje, sólo me preguntaba como estaba, no quería saber más de mi vida, pero era de agradecer.
Lo vi sentado, un poco apartado del resto, mirando su móvil.
En ese momento, mi móvil sonó.
Estas preciosa, porque no vienes y me das un beso, que tengo ganas de abrazarte.
Era Eric que me mandaba un mensaje
Prepárate que voy
Le contesté.
Me acerqué a ellos, y todos me miraban, sorprendidos de ver cómo me acercaba, y sobre todo por mi sonrisa, pasé por al lado de Bruno y él se levantó, pensando que iba a por él, pero pasé de largo, sin mirarle a la cara.
Eric se levantó y nos abrazamos, me daba besos en la mejilla como siempre, como si el tiempo no hubiera pasado, mis lágrimas brotaron nuevamente, al final sería una sentimental.