Capítilo 12

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Salgo por la puerta, y me lo encuentro al lado de su coche, de pie, si yo me pensaba que iba irresistible, se me olvidó en cuanto le vi con su traje negro, camisa blanca y su pajarita, su tupé, y sobretodo su sonrisa.

Estaba apoyado, con una mano en el bolsillos y la otra con un cigarro, las piernas entrecruzadas.

Cuando me vio ir hacia él, se incorporó, llegué hasta donde él estaba, no parábamos de mirarnos, tenía tantas ganas que llegara ese momento.

Me acerqué, me miró de arriba abajo, di una vuelta para que viera mi espalda al descubierto, y me dijo.

Estas impresionante - se mordió los labios y tiró el cigarro - te queda precioso el vestido, pero no sé si te va a durar mucho.

Se acomodó otra vez en la puerta del coche, y me acerqué más a él, apoyé mis manos en su pecho, y él puso sus manos en mis cadera, humedecí mis labios con mi lengua, y le besé.

Mis labios rozaron lentamente los suyos, muy despacio, notaba en mi cuerpo sus manos acariciando mis caderas, y pasando sigilosamente por mis nalgas, mis besos seguían siendo dulces, jugueteando con sus labios, en un segundo apretó mis nalgas haciendo que mi cuerpo estuviera notando su excitación, en ese momento, mi lengua rozó la suya, y empezamos a suspirar, su respiración era más agitada, igual que la mía, mis manos pasaron de su pecho a su nuca, nos separamos un instante, hasta que su mano me agarró mi cabeza e hizo que los besos fueran más salvajes.

Estábamos excitados, lo único que pensábamos era en entrar otra vez a casa y deshacer la cama.

Paramos y nos miramos, respiramos los dos al mismo momento, y nos reímos.

Me encanta cuando te ríes - sonreía - eres preciosa.

Estas perfecto Bruno - le miro - ahora empieza mi cumpleaños, deseaba tanto estar así contigo.

Yo también, no sabes cuanto, pero te lo has pasado bien? - su cara era de saber todos mis pasos.

Si, la verdad es que sí, pero no podía dejar de pensar en ti - le beso.

Espero que la lencería me sorprenda. -su mirada se vuelve picarona.

Te sorprenderá, porque no hay - le sonrío.

Bruno pone cara de no entender lo que le había dicho.

Me acerco a su oído, como si hubiera mucha gente y fuera un secreto - no llevo - se lo digo muy suavemente.

Bruno abre los ojos.

Ósea que ahora mismo te quito el vestido y veo tu cuerpo totalmente desnudo? - su boca estaba seca.

Me vuelvo a acercar a él y le susurró al oído - SI.

Sabes que voy a estar toda la noche pensando en eso, no? - sus manos se iban a comprobarlo.

Sabes que voy a estar toda la noche pensando en que lo compruebes? - no le quitaba ojo de encima.

Vámonos.... Porque como tardemos más te meteré en casa ya - me besó.

Donde vamos? Dime lo por favor, basta de incertidumbre, daleeeee - mi voz ere de niña.

Jajajaja - se reía, pero no contestaba - venga que queda poco, me encanta tu forma de sacar información.

Entramos en el coche, puso su mano en mi muslo y mi mano le acariciaba, que pasaba entre nosotros? Qué pasaría dentro de cuatro días? Se terminaría? éramos de diferentes países con 10 horas de vuelo entre ellos, y él no iba a venirse conmigo, y si se lo preguntara, aceptaría? Y yo estaba dispuesta a dejarlo todo por él, mi vida, mi trabajo, mi país, mi casa, mis amigos, mi todo, no lo tenía claro, y si fuera mal, que haría yo aquí sola.

Bruno mi pasionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora