La fiesta se iba alargando, y Bruno y yo nos mirábamos y nos enviábamos mensajes.
Por mucha mujer que se le acercara, Bruno intentaba mantener las distancias, y esto me hacía estar mucho más cómoda.
Pero igualmente estaba dolida por lo que había pasado.
Phil se sentó conmigo y me abrazaba.
No te sientas mal - me decía - todo se arreglará, ya verás.
Es que ya estoy cansada, ha sido mala idea venir, estaba feliz todo el día, y no sé, esta sensación ha hecho que todo me venga encima - le decía.
Me marcho vale - le dije
Sharon nos vamos, pls? - le pregunté.
Si amor, vámonos, por hoy ya es suficiente - me dijo.
Le digo algo a Bruno? - me preguntó.
No - le dije - Bueno si, dile que ya puede ser él mismo, que no se cohíba, que yo ya me marcho, que la pesada y la mandona se va a casa porque no soporta más esta situación.
No seas así - me dijo.
Es verdad, que estoy hablando con su amigo, muchas veces se me olvida y pienso que también eres el mío - le dije a Phil
Intentó hablar, pero le corté.
No digas nada, sólo conseguirás enfadarme más.
Sharon y yo nos fuimos, estábamos en el coche y Bruno vino corriendo, se puso en mi puerta dando golpecitos.
Bajé la ventanilla.
Dime - le dije, mi cara y mi voz estaban cansadas, de la misma situación cada vez.
Que me voy también - me dijo
Vale, pues hasta luego - le dije.
No, que me voy contigo - me dijo.
Mi cara cambió - estas seguro, mi casa es peligrosa, pueden vernos - estaba irónica - no es correcto, tenemos que estar en secreto.
Venga, no te voy a perder esta vez, quiero estar contigo al cien por cien, pero con una condición - me dijo.
Cual? - le pregunté.
Estarás con mi guardaespaldas, y estará contigo las 24 horas - me dijo - si aceptas, nuestra relación la gritaremos a los cuatro vientos, sino me vuelvo a mi casa.
Sube - le dije.
Si tenía que aguantar a un guardaespaldas las 24 horas del día, a cambio de estar con Bruno al cien por cien, lo haría, es lo que quería y deseaba.
Llegamos al portal de casa, y bajamos del coche de Sharon.
Hasta luego Sharon, gracias por traernos - le dijimos.
Nos fuimos hacía casa, sin darnos cuenta que Brad estaba aparcado delante, dentro de su coche.
Bruno me abrazó por la espalda, dándome besos en mi cuello, puede ser que fuera algo normal, pero al estar en la calle, me daba sensación que estábamos haciendo algo malo.
Entramos por la puerta de mi casa, y dejé el bolso encima de la mesa, no encendimos ninguna luz, mi mano cogió la mano de Bruno y lo llevé directa a mi dormitorio.
Podrías dejar este apartamento y venirte a casa no? - me preguntó.
Me lo dices de verdad? - le pregunté.
Sí, claro, si ya no nos vamos a esconder, pienso que lo normal es que estemos juntos siempre, no? - me dijo - o es que ya no quieres estar conmigo?