Capítulo 78

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Los siguientes días pasaron con total normalidad, estábamos bien o intentábamos estar bien, sin pensar en que dentro de un tiempo, nos tendríamos que acostumbrar a estar separados.

Nuestro vuelo salió de Hawaii hacia Los Angeles.

Estaba cansada, el vuelo se me hizo eterno, y por fin llegamos a casa.

Entramos por la puerta, y dejé las maletas en la habitación, empecé a sacar la ropa para llevarla a la lavadora, pero Bruno me obstaculizaba el paso.

Que haces? - le pregunté.

Tu qué piensas, estamos solos, habitación, cama, tú y yo - me dijo, acercándose a mi oído - y podemos chillar, no están mis padres en el otro lado de la habitación, ahora ya no tienes excusa, para no estar conmigo.

Mis brazos soltaron la ropa al momento, cayendo toda al suelo.

Entiendo que esto es un sí - me dijo Bruno.

Mis manos le empujaron con fuerza y él se tumbó en la cama, mientras yo delante de él, deslicé los finísimos tirantes de mi vestido por mis hombros, le miré intensamente un momento, mientras mi vestido resbalaba lentamente sobre mi cuerpo, hasta quedar desparramado a mis pies. Estaba desnuda prácticamente, jadeando y muy dispuesta.

Bruno se quedó muy quieto un momento y me maravillaba su expresión de satisfacción. Acercándome despacio, mi cuerpo subió encima suyo, El hundió sus manos en mi pelo, echándome la cabeza hacia atrás y me besaba fuerte y apasionadamente, con su lengua, una de sus manos se deslizó por mi espalda y se detuvo sobre mi trasero.

Deja el trabajo y vente conmigo - me susurraba Bruno.

No puedo - le decía, mientras no paraba de gemir.

Dime que sí - me decía al oído, mientras me mordía suavemente - así no nos separaríamos.

No puedo, Bruno - le contesté, mientras suspiraba con más fuerza.

En ese momento Bruno paró y me miró.

No enserio¡ - me dijo - Vente conmigo¡

Me daba a entender, que no me lo estaba pidiendo, me lo estaba exigiendo.

Ya te he dicho que no puedo¡ - le dije - hay una cosa que no entiendo, me lo estas ordenando?

No entiendo porque no puedes, dejas el trabajo y listo - me volvió a decir.

Pues porque no¡ - le contesté alzando la voz.

Porque no quieres no¡¡ - me recriminó.

No porque no quiera, es porque no, porque no voy a dejar más cosas - le dije - y punto.

Me aparté de él, me volví a colocar mi vestido, recogí la ropa que no hacía ni diez minutos tenía en las manos, y me fui para la lavadora.

Estaba nerviosa, metí la ropa con rabia, puse los polvos y el suavizante, con ganas di al botón para elegir el lavado, me giré y allí estaba en la puerta otra vez Bruno.

Intenté salir apartándolo bruscamente, y me fui hacia la terraza a fumar un cigarro.

Como que no quieres dejar más cosas¡ - me dijo, siguiéndome - ya me lo estas echando en cara?

Tú me entiendes cuando te hablo? - le pregunté.

Las cosas no son ni blancas ni negras, yo no soy mujer florero, ni pretendo ser una garrapata que esté chupándote la sangre¡ - le dije - aquí parece que lo importante eres siempre tú.

No te pases¡ - me dijo.

Yo, no te pases tu! - Le dije - me muero de ganas de estar contigo, y no me gusta la idea de no verte, pero las cosas son así, y tienes una gira, asume que tú has confirmado eso, no hagas que yo también ahora te siga.

Parece que lo mío no es importante, que yo puedo dejarlo todo, mientras que tú puedes seguir con tu vida, como si nada pasara, yo te tengo que seguir, yo tengo que estar ahí siempre, para ti - le dije - y no, yo decidí estar contigo y sí, lo dejé todo, no te lo recrimino, porque lo hice porque lo sentía así, y no me arrepiento, pero tu comportamiento ahora es de un malcriado, que todo lo tiene, y tienes que pensar en mí, en que mis objetivos también tienen que ser importante en esta relación.

Bruno cada vez estaba más y más encendido. Su cara estaba seria como nunca lo había visto.

No sabía si me había excedido en decir las cosas, si mis comentarios y la realidad que yo estaba sintiendo en ese momento me estaba perjudicando más.

Me quedé callada esperando una contestación por su parte, contestación que no obtenía por más que estuviera en silencio.

Intentaba mantener la calma, la que había perdido hacía unos minutos, nos mirábamos y vi como Bruno apretaba sus puños con fuerza.

Para mí, eres lo más importante, tanto como persona, como tus cosas - me dijo - siento que pienses que sólo pienso en mí, en este momento puede que sea verdad, no quiero separarme de ti, siempre que nos separamos pasa algo y acabamos distanciados, no quiero.

Me voy a dar una vuelta - me dijo - necesito tranquilizarme.

Yo me quedé inmóvil, en silencio mientras veía como cerraba la puerta de casa, arrancaba el coche y se alejaba.

Si piensa en mí, porque me obliga a tomar decisiones entre cosas mías y suyas? Porque siempre me pone entre la espada y la pared, esas situaciones eran desagradables para mí, y él tenía que entenderlo.

Pasaron las horas y no volvía a casa, decidí llamarlo pero no me descolgó el teléfono, le envíe cientos de mensajes.

Dónde estás? Necesito que vengas¡

Contéstame, por favor, no me hagas esto, estas bien?

Bruno¡¡ vas a venir?

Amor, es de noche y no sé nada de ti desde hace horas, estoy preocupada, vienes?

En ninguno de ellos había ninguna contestación, pero los leía, eso era lo que más rabia me daba, eran las once de la noche y me acosté en la cama, con mis ojos abiertos y mirando el reloj, me daba la sensación de haber vivido esa misma situación, mi mente empezó a recordar esos momentos angustiosos, rezaba para que no se volviera a repetir.

Pasó media hora, y escuché el ruido del coche que entraba por la puerta del garaje.

Suspiré de alivio, la tristeza y preocupación se convirtió en enfado, pero intenté controlarme, al cabo de unos minutos entró por la puerta, yo no me moví, me hice la dormida.

Un capítulo más, como veis el comportamiento de Bruno, a exigir a Ariadna que vuelva a dejarlo todo para irse con él de gira, y la contestación por parte de ella, fue excesiva, normal o no? Como veis el capítulo? Espero vuestros comentarios.

Me encanta leeros, me alegra mucho y saca una sonrisa en mi cara, de verdad, escribir la novela me gusta, pero más saber que os sigue gustando, me alegra el día.

Un besote hooligans

Bruno mi pasionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora