Me iba despertando, notaba que Bruno me estaba acariciando muy suavemente, abrí los ojos y allí estaba él, al lado mía mirándome, le sonríe y nos besamos.
Un beso largo, tierno y dulce.
Bruno me acarició la cara, y se puso a jugar con mi pelo.
Has dormido bien? - le pregunté.
Demasiado bien - contestó - me encanta dormir contigo.
Sólo dormir? - le pregunté sonriendo.
Claro que no, me gusta hacer muchas más cosas contigo - me guiñó el ojo - te las enseñó? - me preguntó.
Sí claro enséñame, que más te gusta hacer conmigo? que no las sé - y me mordí el labio inferior.
Bruno empezó a besarme, no sé qué tienen sus besos, sus labios que me vuelven loca al momento.
Nos vamos acercando más y más el uno al otro, hasta que nuestros cuerpos se tocan por completo.
Bruno hace que me ponga encima de él y me dice.
No sabes cómo me gusta verte de esta forma, tenerte arriba y observar todo tu cuerpo - suspira rápidamente.
Me gusta tenerte dominado - me acerqué a su boca y le besé, y él me mordió.
Empezamos a tocarnos, a desearnos otra vez como la primera vez, sus besos, sus caricias eran como si nunca las hubiera tenido, como si algo nuevo fueran para mí.
Bruno decidió levantar su cuerpo, cogerme y llevarme a la ducha.
El agua recorría nuestros cuerpos, Bruno estaba detrás mío, acariciando y besando mi espalda y el cuello, mis manos tocaban y jugueteaban con su pelo.
En esa ducha, en ese momento nos fundimos en pasión como si fuera nuestra primera vez.
Terminamos de ducharnos, con besos incluidos.
Salimos y nos secamos abrazando nos, no podíamos quitarnos la sonrisa de la boca, estábamos bien y yo por lo menos era muy feliz, ya no me acordaba de los cuatro meses que pasé sin él, ahora todo era totalmente diferente.
Nos vestimos, ya eran las once de la mañana, teníamos que darnos prisa, hoy teníamos que terminar con las escenas del video clip.
Nos fuimos hacia el coche, y yo le entregué las llaves que me dio Phil para estar en la casa de Bruno, entendí que sí él ya estaba conmigo, no era lógico que las siguiera teniendo.
No, esas llaves son para ti - me dijo Bruno - por lo menos hasta que te vayas.
Ah vale - le contesté y me metí las llaves en el bolso.
La verdad es que me quedé un poco fría, " por lo menos hasta que te vayas ", que significaba esa frase, no me iba a decir que me quedara? Le daba igual?, estuve todo el camino ausente dándole vueltas a esa pequeña frase, que para mí tenía mucha importancia.
Abrimos la puerta, y ya estaba todo el mundo, yo aún tenía la cara de sorpresa, por el comentario de Bruno, así que un poco seria estaba, más que seria preocupada.
Nos separan para ir a vestirnos y a maquillarnos, y no me despido de Bruno, y él pone cara de no entender la razón de mi comportamiento.
Salimos y hacemos un par de tomas, nos salen bien a la primera, mi trabajo ya había terminado, pero faltaban algunas de Bruno a solas, que se harían después de comer, ya que llegó el catering.
Colocaron las mesas y las sillas, Bruno se sentó y esperaba que me sentara, yo iba hacia el sitio, pero Marian se adelantó, y se sentó al lado de Bruno, él le iba a comentar algo, pero le hago un movimiento con mi mano, para que no se preocupara que ya me sentaba en otro lado.