Hugs with the Devil [EunHae +18]

15. Estoy bien

Mientras hago girar la cucharilla en mi taza de café, Heechul entra en la cocina y se sienta frente a mí. Bosteza, mira las tostadas y se inclina sobre la mesa.

—¿Por qué no me dijiste que tu madre venía a pasar las Navidades con nosotros? —inquiere en un susurro— Por poco no la he visto desnuda en la ducha esta mañana.

Me aguanto la risa al imaginar tal escena. Le doy un trago largo a mi café y me encojo de hombros, pasando a explicarle lo ocurrido; que se presentó por sorpresa en el restaurante, en plena noche, y que no vi la necesidad de despertarlo solo para decirle que mamá estaba de visita porque sus supuestas amigas la habían sacado del viaje a Jeju por loca. Él mastica su tostada con mermelada de arándanos lentamente.

—Vale, ¿y eso significa que debemos poner una silla más para la cena?

Antes de que responda que no lo sé, mamá entra en la cocina. Lleva un suéter gris de cuello alto, pantalones de lino anchos color tierra y un pañuelo haciendo de diadema para su pelo rizado. También suele ajustar sus looks al hobby que tenga en ese momento y no tengo ni idea de lo que esas ropas significan. Intento ignorarlo para centrarme en el tema principal del día: la cena de Nochebuena.

—Mamá —la llamo. Ella me mira de inmediato con una sonrisa— ¿Qué vas a hacer esta noche?

Detiene sus pasos. Lo piensa durante algunos segundos y luego menea la cabeza sin decir nada, se sirve café en una taza y se sienta entre Heechul y yo.

—No tengo nada planeado —responde al fin—. ¿Y vosotros?

—Vienen unos amigos a cenar.

—¿Qué amigos? —se inclina con interés.

—Pues Siwon vuelve esta tarde de su viaje —Heechul empieza a enumerar con los dedos—, Jungsoo y Youngwoon, Kyuhyun y su pareja, si es que trae a alguien... y creo que ya. A no ser que invites a Hyukjae.

Me atraganto con el café y comienzo a toser. Mamá no es tonta; tengo el cuello lleno de marcas y es obvio que no son culpa de una alergia o de un puñado de mosquitos, ella debió de darse cuenta enseguida pero no me dijo nada. El único problema, entonces, es que ella todavía no sabe que mis preferencias sexuales han cambiado un poco en los últimos meses.

—¿Quién es Hyukjae? —pregunta sorprendida por mi reacción.

Heechul abre la boca, dispuesto a explicarle todo de principio a fin, pero le lanzo una furiosa mirada y decide dirigir sus palabras hacia mí.

—¿Qué? —arquea las cejas— ¿No me lo presentas y encima me prohibes hablar sobre él?

—Hyukjae no es nadie —lo ignoro. Mamá me mira confusa, así que meneo las manos y hablo más despacio— No tienes de qué preocuparte. Hyukjae no es nadie, y tampoco va a venir a la cena.

—Pues debería.

Me giro de un salto hacia Heechul. Está enfadado e indignado, cruzado de brazos mientras se come el último trozo de tostada.

—Está ocupado, ¿vale? Y no tiene razones para venir a nuestra cena de Navidad.

—Claro que las tiene, es tu novio.

—¿Novio? —jadea mamá.

Me llevo las dos manos a la cara. He repetido tantas veces que no estamos saliendo que solo me creerán si ocurre un milagro. Suspiro. Reconsidero por unos segundos malgastar mi alma en desear que me dejen en paz con el tema, pero luego me doy cuenta de que entonces Astaroth se iría y, con él, el tema de conversación. Sería una grandísima estupidez. Me quedaría sin alma, reduciría mi vida a diez años más y, encima, volvería a estar solo con mi mano derecha para satisfacerme sexualmente. Claro, que podría llamar a Yunho​, pero eso sería utilizarlo.