Abro los ojos de golpe, encontrándome con un techo blanco tan brillante que me ciega. Parpadeo intentando acostumbrarme y me paso las manos por la cara, presionándome entre las cejas para menguar el dolor de cabeza. Me encuentro tumbado en un sofá marrón del que se me salen los pies, junto a una mesita de café y dos siluetas sentadas en dos sillones. Me froto los ojos hasta lograr distinguirlas.
Me doy cuenta de que mi corazón está acelerado cuando veo a Hyukjae jugando con sus anillos en el sillón frente a mis piernas. Se encuentra mirando a la otra persona y habla en un idioma que no entiendo; en latín...
Miro rápidamente al sillón que se sitúa frente a mi torso. El pelo negro no me impide ver sus ojos de color azabache, pero sí contrasta con su pálida piel y la ropa blanca de jugador de tenis. Tiene las piernas cruzadas, un codo apoyado en el reposabrazos y se frota la barbilla mientras me mira. Sonríe al notar que lo miro.
Entiendo que estoy en casa de la amiga de mamá, ya que me he desmayado en la puerta, pero no veo ni oigo voces de mujeres por ninguna parte. Busco a mamá por todo el salón y me siento de golpe en cuanto descubro que no está. Me mareo un poco y me detengo para tomar aire.
—Muñequito... ¿estás bien?
Me gustaría decirle que sí para que no se preocupara, pero sería mentira. No pienso guardarle más secretos. Meneo la cabeza en señal de negación mientras intento buscar una explicación a la presencia que tengo delante. No la encuentro. Ese demonio solo ha venido a burlarse de mí porque me he desmayado. Frunzo el ceño.
Lucifer tira de la comisura de sus labios un poco más hacia arriba.
—¿Qué hace éste aquí? —gruño sin pensarlo.
—"Éste" es el rey del infierno, si no te importa.
Ladea la cabeza y aprieto los puños.
—Me da igual quién seas. Lárgate o te mando de vuelta al cielo de un puñetazo.
—Dudo mucho que puedas siquiera levantarte de ese sofá ahora mismo.
Abro la boca e intento ponerme en pie tomando impulso con las manos en el reposabrazos del sofá. En cuanto separo el culo de éste, siento que todo mi alrededor empieza a dar vueltas y me dejo caer otra vez. No necesito mirarle para saber que tiene una expresión de "te lo dije" en el rostro. Me pregunto si será un cuerpo creado por él o habrá usado a algún pobre chico como recipiente. Sin embargo, no es momento de pensar en eso.
En realidad tampoco es momento de pelearme con Lucifer. Tengo que hablar con mi bomboncito y contarle todo lo que ha pasado en el limbo.
—Le he llamado yo —habla Hyukjae por fin—. Quería que me ayudara a averiguar qué estaba pasando.
Miro a ambos un poco sorprendido, aunque en el fondo lo entiendo. Saber que está aquí por Hyukjae hace que me moleste menos verlo ahí, burlándose de mí. Solo un poquito menos.
—¿Y habéis conseguido algo?
—Sí, pero tienes que contarnos todo lo que ha pasado mientras estabas dormido para que podamos saber si estamos en lo cierto o no.
—Si tu cerebro humano lo recuerda, claro.
Lo enfrento con rabia. Lucifer me mira con esos ojos que deberían asustarme, pero que no me afectan lo más mínimo. Estoy acostumbrado a que Hyukjae me mire así. Le veo entornarlos, hacer un mínimo esfuerzo por meterse en mi cabeza, pero el talismán que se oculta bajo mi camiseta impide que me haga nada en absoluto. Al final parpadea y veo un par de pupilas normales aparecer.
Sonrió con orgullo y miro a mi novio. Me devuelve el gesto.
—Me acuerdo de todo —indico. Me arrastro hasta la otra punta del sofá para tener a Hyukjae enfrente y controlo mis mareos antes de continuar— Estaba en el limbo.
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Hugs with the Devil [EunHae +18]
FanfictionDonghae solo quería tener un poco de sexo la noche de Halloween, así que no le costó mucho aceptar al chico vestido de rojo que le ofrecía una noche increíble en su casa. Lo que Donghae no esperaba es que Astaroth no fuese el disfraz de Hyukjae, sin...