A las nueve estamos en un rincón solitario a las afueras de Florencia. Todo lo que alcanzo a ver es hierba, árboles, el cielo poco estrellado y la silueta de Heechul mientras se pasea por un punto en específico con una mochila a la espalda. Parece nervioso. En menos de cinco minutos ha sacado y vuelto a guardar su teléfono al menos diez veces.
Hyukjae y yo lo observamos desde la copa de un árbol. Llevamos siguiéndolo a escondidas todo el día. Una parte de mí se alegra de saber que está bien, de haber podido pasar un dia con él y comprobar que es el mismo que era. Que se ríe como se reía, que anda como andaba, que come como comía, que habla como hablaba. Lo único que ha cambiado en él es su forma de mirar. No mira como miraba. Sus ojos están apagados, su entrecejo se encuentra continuamente arrugado y, además, comprueba que nadie lo esté siguiendo a cada rato, como si supiera de nosotros.
La otra parte de mí encuentra todo demasiado preocupante. Heechul se ha vuelto paranoico. Dudo que hoy haya sido el único día de los últimos tres años que mi amigo se ha sentido perseguido, pero estoy seguro de que hoy ha sido el único en el que tenía razones para ello. Estoy seguro de que, desde que morí, no ha vuelto a estar tranquilo ni un solo instante. Si no, ¿por qué se mudó? ¿Por qué pone sal en puertas y ventanas? ¿Por qué ha aprendido latín? ¿Por qué está en Florencia, dispuesto a vengarse de esos "monstruos de alas blancas"? Heechul lleva tres años sin vivir su vida y es todo por mi culpa.
Por si no me sentía lo suficientemente mal con todo esto, verlo así me mata por dentro.
Que me haya llamado "su hermano" no me deja respirar bien.
Me remuevo en el sitio al notar una caricia en el cuello. Poco a poco, ésta baja por mi espalda entre mis alas y logra que me calme. Miro a Hyukjae a través de la cortina de lágrimas que, de repente, cubre mis ojos. Me las limpio corriendo.
Él sigue vagando sus dedos por encima de mi camiseta. Todavía no sé cómo consigo que las alas entren y salgan sin romper la tela, pero lo hago, así que no es algo por lo que deba ofuscarme. Rasgar un pedazo de tela no es algo que me importe demasiado en este momento. Vuelvo la vista hacia abajo con un suspiro. Ojalá mi mayor preocupación fuera esa.
Los minutos pasan tan despacio que parecen horas. El reloj apenas ha cambiado tres veces de número cuando comenzamos a oír el traqueteo de un coche que se acerca. Es viejo, familiar y se nota por la pintura levantada en el capó que la persona que lo conduce no le tiene demasiada consideración. Lo sigo sin apenas pestañear hasta que se detiene a los pies de nuestro árbol.
—Es él —digo, apretando los dientes.
Hyukjae deja de mover los dedos, pero no los aparta de mi espalda. Tampoco le pido que lo haga. Nos quedamos como estamos, en silencio, con los ojos bien abiertos, esperando el momento para salir de nuestro escondite y salvar a Heechul.
Quien se atreva a hacerle daño sufrirá las consecuencias.
Los faros del coche se apagan, volviendo a dejar el páramo a oscuras. No obstante, hay la suficiente claridad como para verle salir del coche. Verles, más bien. Son cinco. Todo hombres. Cuatro de ellos van vestidos con túnica de monje y otro, el conductor, con pantalones de lino y camisa. Un amuleto rojo de forma circular brilla en su pecho. No le veo la cara, pero sé que es el dueño de la tienda, ese hombre que estuvo a punto de hacerme un exorcismo en su almacén durante las últimas... las Navidades de hace tres años.
Aprieto con tanta fuerza una rama que logro romperla. Ésta cruje en mi puño antes de caer del árbol, enredándose con otras ramas y hojas y perdiéndose hasta que choca con el suelo, lo cual no pasa desapercibido por el grupo de ahí abajo. Todos miran hacia arriba o a su alrededor durante un rato hasta que, supongo, deciden que es cosa del viento.
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Hugs with the Devil [EunHae +18]
FanfictionDonghae solo quería tener un poco de sexo la noche de Halloween, así que no le costó mucho aceptar al chico vestido de rojo que le ofrecía una noche increíble en su casa. Lo que Donghae no esperaba es que Astaroth no fuese el disfraz de Hyukjae, sin...