Hyukjae me clava los colmillos en el labio inferior mientras nos besamos bajo el chorro caliente de la ducha. Me toma de los muslos y me obliga a engancharme a su cadera. Sé que debería estar conduciendo ya hacia casa de la amiga de mamá, pero mi bomboncito desnudo y empapado resulta demasiado convincente.
Le revuelvo el pelo con las manos, aceptando su lengua dentro de mi boca y suelto un fuerte gemido en cuanto me penetra sin avisar. Ya es la tercera vez que lo hacemos. No sé cómo voy a explicarle a las amigas de mamá mi extraña forma de andar. Pero ya se me ocurrirá algo.
Mi espalda choca contra la fría pared, empezando a subir y bajar al ritmo de sus embestidas. Noto la sangre en nuestras salivas, pero nada se compara al sabor a metal y al dolor que siento cuando me araña la lengua. Debería odiar que haga eso. Debería...
—Ma-más... Astaroth...
Me clava sus uñas en las nalgas y empieza a martillear dentro de mí, llegando tan adentro que golpea mi punto más dulce. Grito sin parar. Deslizo los dedos hasta su espalda y me aferro a ella con desesperación. Mis ojos llorosos, mi boca abierta, la saliva escapándose por las comisuras y el resto de mi piel llena de mordiscos y chupetones.
Si contárselo no había logrado relajarme, esto sí lo está haciendo.
—Nadie va a hacerte nada —gruñe. Pega la boca a mi oreja y me muerde el lóbulo suavemente— Solo yo puedo hacerte chillar.
—Hyuk... —lloriqueo.
—Solo vas a soñar conmigo... con ahora...
—Me corro...
—Solo yo puedo hacer que te corras.
Me embiste una última vez y se viene dentro de mí casi al mismo tiempo en que yo le araño la espalda, retorciéndome por el orgasmo mientras oigo cómo me susurra cosas en latín.
—...auferte malum memoriae —termina, gruñe y me clava los colmillos en el cuello.
Pongo los ojos en blanco por el dolor, un dolor al que cada vez estoy más acostumbrado y que resulta bastante placentero después de un tercer orgasmo. En cuanto se aleja, tiro de él para besarlo. Esconde los colmillitos y pasa su lengua por encima de la mía para curarla. Gimo por última vez.
—¿Vas a decirme qué significa eso? —pregunto contra sus labios.
—Es para que dejes de tener ese sueño —responde mientras me deja lentamente en el suelo—. Esta noche comprobaremos si ha salido bien.
—Espero que sí —suspiro. Paso por su lado y me meto bajo el chorro de agua caliente— No quiero saber nada más de ese tal Julio en la vida.
Hyukjae se ríe. En lugar de chasquear los dedos para lavarme, veo su mano tomar la esponja y oigo cómo exprime la botella de champú. Pronto estoy notando cómo me enjabona la espalda, los hombros y el trasero. La pasa entre mis nalgas y doy un respingo.
—¿Entonces no quieres saber qué es lo que pasa en el sueño?
—Claro que quiero —me frota la cara interna de los muslos—, pero eso no significa que deje de odiarlo. Suena ridículo —añado—, odiar a alguien que ni siquiera existe...
—Habla el humano que se enfrentó a Lucifer y al que lo está enjabonando el duque del infierno.
No puedo evitar reírme también. En eso tiene razón. Puede que Julio sí exista o que haya existido, y, si no es así, yo no tengo la culpa de que mi subconsciente haya creado una situación como esa. Ya tengo suficiente con saber que todo lo demás sí es real, como mis "enemigos", mi riña con Lucifer o mi relación romántica con Astaroth. El día que éste quiera contarme lo que ocurre, lo aceptaré de buena gana, ahora mismo solo quiero terminar de ducharme y no llegar tarde a esa dichosa quedada a la que ni siquiera me apetece ir.
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Hugs with the Devil [EunHae +18]
FanfictionDonghae solo quería tener un poco de sexo la noche de Halloween, así que no le costó mucho aceptar al chico vestido de rojo que le ofrecía una noche increíble en su casa. Lo que Donghae no esperaba es que Astaroth no fuese el disfraz de Hyukjae, sin...