49. Kim Jongwoon

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El jueves cuatro de abril llega en un abrir y cerrar de ojos. Gracias a las brujas, a Armida y a eso que no quiere contarme, Hyukjae ha estado lo suficientemente ocupado estos últimos días como para no aparecerse hasta la hora de dormir. No ha venido conmigo a la universidad, no me ha acompañado a comprar, no ha almorzado con Kyuhyun y conmigo. Ni siquiera nos ha espiado mientras los chicos y yo comprábamos todo lo necesario para su fiesta o reservábamos la pizzería. Supongo que tener una vida tan complicada merece la pena a veces.

Me despido de mi amigo al salir de la cafetería y me voy andando a paso tranquilo a mi próxima clase. Tengo muchísimas ganas de que sean las siete y media para llevarlo a la pizzería y que flipe mientras se hace su propia pizza. Luego se la comerá como un niño se come un helado... aunque posiblemente también pidamos helado después de la cena. Al salir, volveremos a casa en dos coches para que quepamos todos, y allí nos esperarán globos, bebidas, música y una tarta con forma de demonio que Heechul me ha ayudado a hacer a pesar de que Siwon no le encontraba ningún sentido. No me extraña.

Todo está perfectamente planeado para que mi bomboncito sepa por qué los humanos le damos tanta importancia a nuestros cumpleaños. Se lo va a pasar tan bien que el año que viene querrá repetir. Y al siguiente y al siguiente y al otro también.

Si es que seguimos juntos y vivos para entonces...

Sacudo la cabeza, me ajusto la mochila a los hombros y acelero el paso. Todo saldrá bien. No nos atacarán estando en grupo. Eso solo pasó la primera vez y Bárbara ya está siendo castigada por ello. No nos atacarán si no estamos en una cita, por eso ya ni siquiera pienso en ir al cine con él como le prometí cuando fuimos a la playa. Ya tendremos un montón de citas cuando no haya nadie intentando asesinarme.

Vale, tener una vida complicada nunca merece la pena.

—¡Donghae! ¡Ey, Donghae!

Detengo mis pasos a pocos metros de la puerta y me giro. Ryeowook se me acerca corriendo con alegría, apretando su teléfono en una mano y el estuche de su portátil en la otra. Creo que estudia informática.

—Hola, Ryeowook​, ¿buscas a Kyu? —le sonrío tanto como él me sonríe a mí.

Cuando niega con la cabeza, me siento bastante sorprendido, pero no cambio mi expresión.

—Te buscaba a ti. Kyuhyun me ha invitado a la fiesta de tu novio, así que estoy buscando regalos por internet para no ir con las manos vacías, pero ni siquiera conozco a... —mira al cielo y vuelve a mí— ni siquiera sé cómo se llama.

—Hyukjae —digo, y me encojo de hombros—. No hace falta que le compres nada. Que vengas ya será suficiente.

—¿De verdad? No sé yo. Colarme en una fiesta sin conocer al cumpleañero y encima no llevar regalo... —hace una mueca— Aconséjame.

Suspiro. Hyukjae lo conoce, tanto porque lo ha visto hablando conmigo como con Kyuhyun y porque éste último nunca para de hablar de él y de Sungmin. Estoy seguro de que a mi novio no le importará quién venga a la fiesta siempre y cuando no se llame Jung Yunho. El problema de los regalos es que no sé qué le van a hacer los chicos, porque la cena en la pizzería la pago yo, así que tal vez le diga algo que Heechul, Siwon o Kyuhyun ya hayan comprado.

—Pues... le gusta vestirse de rojo, y es fan de la demonología y, bueno, de la magia, en general.

—¿Le gusta Harry Potter? —salta.

Me lo pienso un instante antes de menear la cabeza.

—Prefiere el Señor de los anill...

Me corta con un jadeo, como si solo hubiera necesitado esa afirmación para tener la mejor idea de toda su vida. Empieza a saltar sobre sus pies mientras teclea en su pantalla táctil y luego se lleva el móvil a la oreja mientras se despide de mí con mucho entusiasmo. Da media vuelta y echa a correr. No es mucho más bajo que yo, pero en ocasiones parece más un estudiante de instituto que un universitario. Es adorable.

Hugs with the Devil [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora