Hugs with the Devil [EunHae +18]

62. Minho

Me apoyo en la puerta de mi coche junto a Kyungsoo mientras espero a que mi novio salga de su casa. Tarda unos cinco minutos en aparecer y me muerdo el labio. Mientras que yo voy con tejanos, una camiseta de manga corta roja y mis zapatillas usadas, él se ha puesto un traje gris oscuro; camisa blanca, zapatos negros, anillos, pendientes... Ya no sé si me gusta más cuando va así o cuando se viste de rojo.

—Hoy conduzco yo —dice al llegar.

La libido se me baja de golpe. Miro al golem, que sujeta mi mochila mirando al frente como una estatua, y luego a él, que se saca un par de gafas de sol del bolsillo y se las pone encima de la cabeza, echándose el flequillo hacia atrás. Por muy bueno que esté, no va a convencerme. ¿Es que el no tener poderes está haciendo que se vuelva loco?

—No has conducido en tu vida —digo. Él abre la boca para replicar— Me da igual que tengas más de dos mil años. Si quieres conducir, primero deberías aprender.

—No puede ser más difícil que volar.

—Preferiría ir volando —admito.

Se cruza de brazos.

—Pues no pienso usar estas alas en este cuerpo y tampoco puedo invocar a Quimera, así que te toca confiar en mí si quieres ir a la udiversidad hoy —finaliza sus palabras con un orgulloso movimiento de barbilla.

Cierta parte de mí tiene ganas de reírse, pero no lo hago porque acaba de decir que no puede traer a Quimera con nosotros. No me sorprende, mas sí me entristece. Pensar que está tan débil como para no ser capaz ni de ver a sus hijas me hace tener aún más ganas de encontrar una solución. Espero que Lucifer y Lilith estén trabajando seriamente en ello, porque un humano como yo no puede hacer nada más que quererlo.

Suspiro y meneo la cabeza.

—No tienes carnet de conducir, no tienes identificación... Ni siquiera creo que existas legalmente. ¿Qué pasará si te para la policía?

—Pues Kyungsoo tampoco tiene nada de eso y sí que le dejas conducir.

—Eso... —cierro la boca antes de continuar. Tiene razón.

Estaba tan cegado por la idea de tener un golem que sepa hacer todo lo que le pido que no se me había pasado esa condición tan importante por la cabeza. ¿Y si nos paran mientras Kyungsoo conduce? La situación sería tal que así: un chico lisiado en ambos brazos, con carnet de identidad y de conducir, titular del coche, acompañado de dos personas que no existen en ningún registro. El conductor porque hasta hace días ni siquiera se llamaba Kyungsoo y el otro porque habitualmente consigue todo lo que quiere chasqueando los dedos. Ya tenemos suficientes problemas con los seres sobrenaturales como para preocuparnos también por los humanos.

—Bien —digo al final.

Hyukjae sonríe tan ampliamente que le brillan los colmillos bajo el sol.

—¿Puedo conducir?

—No, pero puedes tomar el autobús.

—¿El coche largo lleno de gente? —frunce el ceño. Asiento, esperando que se enfade, pero avanza hasta Kyungsoo y le arrebata mi mochila de las manos— ¡Vamos!

El golem me mira. Es mucho más suave ahora que está bajo mi mundo, por raro que suene eso, pero estoy seguro de que, si le ordenara recuperar la mochila, atacaría a Hyukjae con todo lo que tiene hasta conseguirlo. Conozco de primera mano su potencial. No obstante, le pido que vuelva dentro de la casa y nos espere allí y corro detrás de Hyukjae, que se aleja con pasos rápidos sin tener ni idea de hacia dónde va. Dudo que sepa dónde está la parada de autobuses más cercana.