Miro sin mucho convencimiento el libro de hojas amarillentas que acabo de comprar. El dependiente de la tienda me ha dicho que sería perfecto para un chico obsesionado con los demonios y la magia negra, así que, como llevaba todo el día dando vueltas por el centro con mamá, he decidido compararlo, pero ahora mismo tengo la sensación de que solo lo ha dicho para vendérmelo. Aun así, no tengo muchas más opciones. Es tarde, debo ayudar a Heechul con la cena y las películas del Señor de los anillos estarán a punto de terminar.
Con un suspiro, le pido al hombre que me lo envuelva para regalo y después salgo de allí encogido en mi abrigo mientras mamá tararea feliz y sacude las varias bolsas que cuelgan de sus brazos. Le he pagado algunos caprichos por varias razones: primero, para que se olvidara de lo ocurrido en la otra tienda; segundo, como compensación por no haberle comprado ningún regalo; y tercero, porque me ha prometido que se va a pasar Nochebuena y Navidad con su prima para no molestarme.
Es raro, ya que ella es el tipo de madre que disfruta metiéndose en las cosas de su hijo, pero no voy a desaprovechar esta oportunidad. Menos aún sabiendo que el resto de las vacaciones la tendré que soportar.
Como estamos agotados de estar todo el día caminando sin parar, pedimos un taxi para volver. Ella me echa en cara que no hayamos ido en mi coche, pero es que aparcar por allí habría sido más difícil que encontrar el regalo adecuado para Hyukjae.
Termino resoplando y apretándome la bolsa contra el pecho. Espero que le guste.
—¿Qué vas a hacer con el amuleto que te ha regalado el señor de antes? —me pregunta durante el camino, con una sonrisita llena de segundas intenciones.
Sin pensármelo dos veces, saco el amuleto del bolsillo donde lo guardaba y se lo tiendo. Lo he dejado ahí porque quería enseñárselo a Hyukjae y preguntarle qué era, pero la verdad es que me da igual. Paso de todo lo que ese hombre ha dicho y del dichoso amuleto. Mi única preocupación ahora mismo es haber hecho una buena elección con este libro.
—Disfrútalo, es gratis.
—¡Genial! —se lo guarda en un bolsillo, se inclina y me besa la mejilla con fuerza— Eres el mejor, cariño.
Meneo la cabeza con diversión. Para ella sería el mejor incluso sin mover un dedo.
Se pasa todo el camino tarareando las canciones que suenan por la radio mientras juega con su teléfono. Así que yo saco el mío también. Me sorprendo al ver que tengo muchos mensajes, pero se me pasa en cuanto leo el nombre del grupo. Son los chicos hablando de la cena, de qué bebida alcohólica queremos que lleve Kyuhyun, de si Jungsoo se trae el karaoke o el Just Dance, de que Siwon ya está en casa. Y de que, sorprendentemente, Kyuhyun si va a traer a alguien.
"Es sorpresa jejejejeje"
"Sungmin" manda Heechul.
"No, yo creo que es Ryeowookie" envía entonces Jungsoo, con un emoticono pensativo.
"¿Y si la sorpresa es que vienen los dos con él?" añade Heechul, seguido de un puñado de caritas que sonríen de medio lado.
Yo no digo nada. Vuelvo a afirmarme mentalmente que Heechul está obsesionado con los tríos y salgo de la aplicación, dejando que sigan llegando mensajes sin parar mientras el taxi aparca delante de casa. Le pago, bajamos y entramos corriendo para no estar indefensos ante el frío.
—Voy a poner la calefacción —anuncio, quitándome los guantes.
Heechul debe de estar de camino con Siwon y el resto todavía tardaran dos o tres horas en llegar, así que da tiempo a que la casa se caldee un poco pero, sobre todo, a hacer una cena deliciosa. Gracias a todo lo que compré aquel día acompañado de Astaroth, esta semana no hemos tenido que ir a por nada más que las cosas necesarias. Recordar eso me pone muy contento. Casi tanto como el calor golpeando mi rostro en cuanto enciendo el aire caliente.
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Hugs with the Devil [EunHae +18]
FanfictionDonghae solo quería tener un poco de sexo la noche de Halloween, así que no le costó mucho aceptar al chico vestido de rojo que le ofrecía una noche increíble en su casa. Lo que Donghae no esperaba es que Astaroth no fuese el disfraz de Hyukjae, sin...