Tan rápido como llegó mi cumpleaños, llega Halloween. En mi cabeza es el aniversario del día que conocí a Hyukjae, pero para él hace mucho más tiempo, sumando los tres años que estuve muerto y los diez que estuvo encerrado en la cárcel, por lo que prefiero no decir nada al respecto para no hacerle sentir mal. Ni siquiera podemos calcular cuánto tiempo llevamos siendo pareja.
Pero en nuestra relación eso no es importante. Somos seres inmortales. Viajamos entre cielo e infierno. Me guardo las celebraciones para el día en el que vuelvan a crecerle las alas.
Si es que ocurre...
Detengo el cuchillo sobre la zanahoria con un suspiro. Al notarme decaído, Armida aprieta su agarre alrededor de mi cuello y se frota contra mi mejilla. Levanto la mano para acariciarle la cabeza.
—¿Tienes hambre, cariño?
Sisea como respuesta, por lo que, cuchillo en mano, ando hasta la despensa y tomo la caja de zapatos color verde. En ella guardamos las ratas que se cuelan de vez en cuando en casa y los demás animales diminutos que trae Quimera cuando se va a jugar transformada en un perro normal. Sabe que no debe comérselas porque le sientan mal, pero que a su hermana le gustan, así que las esconde bajo su lengua hasta que puede escupirlas en la caja.
Lavo una rata, le quito la cola (a Armida no le gustan) y se la doy. Se la come como si fuera un manjar, aunque a mí siempre me va a parecer asqueroso. Al menos ahora puedo alimentarla. Hace dos semanas vomitaba solo con pensarlo.
Continúo haciendo la comida para dos mientras mi novio trabaja con Quimera a sus pies. Una vez listo, sirvo la mesa y chasqueo los dedos, haciendo que demonio y bestia aparezcan. Ella apenas se inmuta. Él solo mira su plato de carne con verduras y empieza a comer. Le doy otra rata a Armida y echo sobras de carne al suelo antes de sentarme.
Esta es mi vida ahora. Seré un amo de casa hasta que empiece las prácticas. Lo bueno de tener hijos infernales es que los dos vamos a poder ocuparnos de nuestros trabajos sin tener que pensar en con quién dejarlos. Kyungsoo se queda dormido cuando no tiene órdenes que cumplir y la serpiente sabe cómo cuidar de su hermana en nuestra ausencia. Los echaré de menos mientras esté en el laboratorio, pero estoy seguro de que no tendré nada de lo que preocuparme.
Hablamos de todo un poco mientras comemos. De su trabajo, de Kyuhyun y Luci, de Lilith, de Azrael e incluso de Heechul. No ha habido ningún avance desde la última vez. Sigo esperando pacientemente el día en el que pueda volver a abrazarlo. También hablamos sobre la película que vimos ayer en el cine, una de miedo que nos hizo reír mientras el resto de los espectadores temblaba o chillaba.
—Nos miraban como si fuéramos unos psicópatas —recuerdo con diversión.
—Nos habrían mirado de otra forma si me hubieras hecho caso.
—No iba a hacer que los personajes salieran de la pantalla.
—¡Pero estamos en Halloween, muñequito!
—Hoy, no ayer.
—Eso no es lo que dicen las decoraciones de la ciudad —murmura mientras se mete un puñado de comida en la boca.
Meneo la cabeza sin añadir nada. Si fuera por las decoraciones, estaríamos en Halloween desde septiembre, pero no por ello hubiera dejado que mi demonio de pacotilla hiciera maldades todos los días. Lo que me alivia es que insista en que sea yo quien haga las cosas a pesar de que él podría hacerlo por sí mismo. Esto significa que confía en que mis maldades no sean tan malas como lo serían las suyas. Sigue siendo un demonio, pero tanto tiempo viviendo en el mundo humano ha hecho que sea más piadoso.
Los dos hemos cambiado mucho desde que nos conocimos.
Todo ha cambiado mucho.
Después de comer, recojo la mesa con un chasquido de dedos. Me pienso si lavar los platos a mano o dejar que mis poderes hagan el trabajo. Aunque lo segundo suena más tentador, no quiero volverme dependiente. Acabo arremangándome el jersey mientras Armida duerme la siesta sobre mi hombro.
ESTÁS LEYENDO
Hugs with the Devil [EunHae +18]
FanfictionDonghae solo quería tener un poco de sexo la noche de Halloween, así que no le costó mucho aceptar al chico vestido de rojo que le ofrecía una noche increíble en su casa. Lo que Donghae no esperaba es que Astaroth no fuese el disfraz de Hyukjae, sin...