Hugs with the Devil [EunHae +18]

96. Pasillo

La luz es tan intensa que me ciega. Oigo cómo Kyuhyun se queja, quizás tapándose los ojos también por la profunda molestia que nos golpea. Ambos demonios parecen, sin embargo, acostumbrados, y siguen adentrándose en el lugar.

Poco a poco logro acostumbrarme. Es la misma sensación de despertar una mañana de verano frente a la ventana, aunque multiplicada por diez. Me duele la cabeza durante un buen rato hasta que mis ojos logran distinguir algo más que un fondo blanco. Entonces veo columnas que se alzan hasta un cielo azul sin nubes y sin sol. Veo un suelo brillante, transparente, que deja ver las piezas de color marfil que decoran todo lo que Astaroth y Lucifer pisan. Pienso que es simple cerámica hasta que localizo la forma de un cráneo entre ellas. Son huesos humanos.

Recorremos un largo pasillo de columnas que parece no tener fin. Si no miro hacia abajo, esto parece una parte del cielo y no del infierno. Es muy extraño. Incluso yo que ya he estado ahí arriba podría confundirme.

—¿Estamos en el cielo? —pregunta Kyuhyun— ¿Por qué todo es tan blanco?

—Por Luci —le respondo riendo, aunque estoy verdaderamente nervioso—. Tiene una obsesión con el blanco.

—No es una obsesión —me gruñe, lanzándome una mirada oscura por encima de su hombro—. Si tanto te molesta, cierra los ojos.

—Pues a mí me gusta. Es irónico que este sea el territorio del diablo.

Las palabras de Kyuhyun cambian totalmente la expresión en el rostro de Lucifer, que sonríe, mostrando sus colmillos de forma... ¿adorable? Supongo que hasta el diablo puede serlo. Noto cómo el cuerpo que tengo debajo de mí se sacude por culpa de la risa. No sé si considera gracioso que su hermano esté enamorado por primera vez en milenios o si está tan nervioso que todo le hace reír. Puede que las dos.

—Deberías aprender de tu amigo y ser más amable con el diablo, Donghae —comenta mi chico en un tono que solo entendemos quienes llevamos meses (o años) metidos en este asunto.

Mi amigo, por el contrario, asiente totalmente de acuerdo con ello. Me mira por encima del hombro de Lucifer como si hubiera cometido un crimen.

—Astaroth tiene razón. Estás hablando con Lucifer, ¿por qué te comportas como si no tuviera importancia? ¡Es el rey del infierno!

—Tú no lo entiendes, Kyu —meneo la cabeza.

—Bueno, ahora mismo hay muchas cosas que no entiendo, pero estoy seguro de que faltarle el respeto a este de aquí no es algo precisamente adecuado.

—¿Y llamarlo "este de aquí" es adecuado?

—Más que llamarlo "Luci" sí. ¿Verdad?

El aludido parpadea sorprendido. Todavía está algo abrumado. Es normal, pues nadie habría imaginado nunca que Kyuhyun acabaría aquí abajo con nosotros. Y sigue echándome la bronca. ¡Él a mí! Ya veremos cómo reacciona cuando sepa que Lucifer es Jongwoon y que yo solo me abro de piernas para mi novio.

Eso, y que soy un ángel, y que Heechul ha vendido su alma dos veces a Belcebú, y que viene de la primera línea temporal en la que he vivido estos últimos días, y que si no ganamos posiblemente dé comienzo el apocalipsis.

Reaccionará bien.

No es que tenga la opción de reaccionar mal.

—Verdad. Astoreth nunca ha sabido comportarse de forma adecuada conmigo.

Pongo los ojos en blanco. No es el mejor momento para echarme en cara nuestra extraña relación, pero la verdad es que puede que alguno de los dos... o los dos muramos en esta batalla, así que tampoco nos queda otra opción. Debemos aprovechar el tiempo al máximo.