32. Luciérnagas

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Después de guardar la cazadora que me ha regalado Yunho, me pongo un recordatorio en el teléfono para que me avise mañana de que debo devolvérsela. Hoy no lo he encontrado por ninguna parte y no puedo quedármela. Necesito dejarle bien claro que estoy con otro y que, por muy bueno y tierno que sea conmigo, no siento nada por él. Si permito que se haga ilusiones, solo terminaré rompiéndole el corazón.

Y ya tengo suficiente con convencer al mío de que no late demasiado rápido cuando ve a Hyukjae.

Respiro profundamente y cierro el armario. Irónicamente, debo centrarme en preparar la sorpresa de San Valentín que Heechul y Siwon me han ayudado a idear para él. Es tan fácil cómo convencerle de que me lleve a su casa, mandarle la dirección a Siwon y esperar a que venga de repente para llevárselo adonde sea. Así me quedaré solo allí y podré alistarlo todo para cuando vuelvan y, a mi vez, Heechul terminará de preparar su regalo para Siwon. Creo que se va a disfrazar de algo sexi, pero prefiero no tener más detalles.

Es un plan perfecto y bastante fácil. Solo debo usar mis encantos para que me lleve a su casa. Y, si todo sale bien, cenaremos, iremos a ver el espectáculo de magia que él ha escogido como regalo de San Valentín para mí y después podré abrir la nata. Abrirla y echarla por todo su cuerpo. Y lamerla. Y tal vez dejar que él me eche a mí también en los lugares más insospechados, donde luego usará su boca para...

—¡Hae!

Salto y me giro casi al mismo tiempo. Heechul me mira con diversión desde el umbral de mi habitación, de brazos cruzados y apoyado en el marco de la puerta. Me hace un gesto con la cabeza.

—¿Q-qué quieres?

—¿En qué estabas pensando? —pregunta, alargando las sílabas de forma cantarina— ¿En Hyukjae cubierto de nata?

—Cla-claro que no —mis mejillas arden tanto que me las tengo que tapar con ambas manos antes de atreverme a enfrentarlo. Hago un esfuerzo por mirarlo a los ojos— Yo no soy como tú.

—Ya... Pensabas en ti cubierto de nata, ¿me equivoco?

Abro la boca para volver a gritarle que no, pero es mi mejor amigo y se echa a reír antes de que me salgan las palabras. Aprieto los labios, sonrojado a más no poder, y me miro los pies.

—Sí soy como tú.

—Estás aprendiendo del mejor, cariño —se ríe. Cuando lo miro, extiende los brazos, y no puedo evitar avanzar hasta meterme entre ellos. Me abraza y respiro su aroma a frutas— ¿Hyukjae va tardar mucho en venir?

Me encojo de hombros sin decir nada. Si ve que está Heechul aquí, posiblemente llame a la puerta. Si no, aparecerá sin más en el momento más inesperado. Así es él. No tengo ni idea de si va a venir dentro de un minuto o dentro de tres horas. Espero que sea lo primero.

Heechul me besa la frente y nos separamos. Me aprieta cariñosamente las mejillas.

—Disfruta de San Valentín —me dice—, y no pienses demasiado, ¿vale? Tú céntrate en el sexo. Cuántas más veces lo hagáis, mejor.

—Vale —asiento—. Tú quieres que me muera, ¿no?

Él se echa a reír.

—Bueno, Hyukjae es humano. En algún momento se cansará.

Me río yo también. Finjo que tiene razón, pero en el fondo me estoy preguntando qué pasaría si dejara que él me lo hiciera hasta quedarse satisfecho. Hago ademán de llevarme las manos al trasero. Me duele solo de pensarlo.

Esto hace que las carcajadas de Heechul se vuelvan más escandalosas. Me revuelve el pelo y me da una pequeña nalgada.

—¡Oye!

Hugs with the Devil [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora