Hyukjae me roza la espinilla con el pie suavemente, sin segundas intenciones. Estamos sentados uno frente al otro en una mesa pequeña, comiendo pizza y bebiendo cerveza.
Bromeamos, coqueteamos y charlamos como si nos conociéramos de toda la vida. No hay un solo silencio entre nosotros. Cuando callamos es solo para reír o para besarnos. Me siento tan cómodo, tan completo ahora mismo. Creo que podría pasarme así el resto del día, solo hablando con él. Lanzándole bolitas de servilleta cuando se mete conmigo, poniéndole patatas fritas entre los labios, riéndome cuando dice "udiversidad", acariciando su mano por encima de la mesa. Es tan interesante, tan guapo, tan gracioso, tan inteligente, tan... todo. Si no fuera imposible, diría que es perfecto.
Lo es, para mí desde luego que lo es.
Escucho atentamente cómo me cuenta que él antes era un soldado romano y que hasta hace algunos años no recordaba de su vida humana más que eso, algunas charlas con su mejor amigo (del que tampoco recordaba el nombre) y todas las cosas malas que había vivido, como una tortura. Él mató a ese amigo suyo para salvarlo, a éste y a su prometida. Me dice que hasta que no subió al mundo humano no descubrió que se llamaba Julio, que ese amigo era Marcus Alejandro y que ella, Claudia, había tenido un bebé; Marcus Alejandro II. Descubro entonces que tiene unos tres mil doscientos años, aunque en su DNI cuentan como treinta y dos.
Yo le cuento que me faltan algunos meses para los veintisiete. Le hablo de mis años de universidad, de Yoona, del pacto en el cruce de caminos y de que ella rompió conmigo después de aquello. Se ríe mientras me hace saber su deseo: belleza eterna. No muy eterna, al parecer, pues le quedan seis años de vida. Después los perros del infierno subirán a por ella y él se convertirá en el dueño de su alma por toda la eternidad. No me gusta la idea, pero tampoco puedo hacer nada contra ella. Fue Yoona quien le vendió su alma al diablo.
Bueno, Hyukjae no es el diablo. Todavía no sé quién es. Tampoco me lo cuenta. Me habla más de Armida y Quimera (una quimera, sí, mezcla de perro y dragón), sus hijas. Entiendo entonces por qué la primera hizo lo que hizo. Estaba celosa. Sabía que su padre estaba enamorado de mí y eso la llevó a odiar a Yunho. Por alguna razón me resulta adorable.
También hablamos sobre su hermano, es decir, de Lucifer. Solo son hermanos por parte de padre, pues la madre de Hyukjae es Lilith, la primera mujer de Adán, madre de todos los demonios. Ella se encargó de transformarlo en quien es ahora.
Por último hablamos de nosotros. De que no sabe por qué dejó de buscarme, pero que ojalá hubiera seguido, porque entonces habría venido a por mí a la fiesta de Halloween en casa de Jungsoo y Youngwoon (ahora viven en el extranjero) y me hubiera follado hasta hacerme perder la razón. Me encojo en el asiento cuando un grupo de adolescentes en uniforme se quedan mirándonos.
Es vergonzoso, sobre todo con el cuello y las piernas tan marcados que parece que me ha atacado un grupo de mosquitos furiosos. Llevo una camiseta de manga corta roja que ha hecho aparecer de la nada, unos pantalones cortos, muy cortos, negros que no dejan nada a la imaginación, y huelo a jabón. No me he duchado. Él ha chasqueado los dedos y ha hecho que de un segundo a otro estuviera limpio y vestido. Podría acostumbrarme a eso.
Le doy un trago a mi cerveza y juego con la jarra entre mis manos, esperando a que las adolescentes nos dejen en paz. No hablo hasta que dejo de sentir miradas sobre mi cuerpo.
—¿Y cómo lo haces? —cuestiono en voz baja.
—¿Cómo hago qué?
—Ya sabes... No tienes corazón. ¿Cómo es que la sangre corre por tus venas? ¿Cómo logras ponerte duro y correrte? No es científicamente posible.
Él abre la boca para responder. Veo venir alguna broma y me preparo para ella, pero acabo saltando porque otra voz se hace presente entre nosotros. Un cuerpo cae en la silla a mi derecha.
ESTÁS LEYENDO
Hugs with the Devil [EunHae +18]
FanfictionDonghae solo quería tener un poco de sexo la noche de Halloween, así que no le costó mucho aceptar al chico vestido de rojo que le ofrecía una noche increíble en su casa. Lo que Donghae no esperaba es que Astaroth no fuese el disfraz de Hyukjae, sin...