A pesar de que he decidido ponerme a adelantar trabajos para distraerme, llevo dos horas mirando la pantalla de mi portátil con los dedos quietos sobre el teclado. A veces escribo algo, que inmediatamente borro porque no me convence o no tiene nada que ver con el tema a tratar. Aunque puede que la posesión demoníaca sea comparable a una enfermedad mental causada por algún parásito. Puede, la verdad es que no tengo ni idea y mis ganas de investigar sobre el tema son nulas. Si por mí fuera, estaría durmiendo y despertaría el sábado entre los brazos de Hyukjae, listo para no hacer más que ver la televisión en todo el fin de semana.
Pero no es tan fácil. Entre lo raro que está Yunho y el ritual apenas puedo centrarme en otra cosa. Cuando no estoy preguntándome si Yunho ha sido poseído o sencillamente está demasiado celoso, me encuentro dándole vueltas a las palabras de Sucy, a que tenemos que derrotar a un golem, a que cabe la posibilidad de que esas brujas quieran sacrificar a mi madre. Llevo toda la semana intentando no pensar mucho en ello, pero ahora, solo unas horas antes, ya no puedo evitarlo. Me va a reventar la cabeza.
Cierro el portátil, cruzo los brazos encima y entierro la cara en ellos con un gruñido.
Tengo ganas de irme a entrenar, de correr, hacer flexiones y sentadillas, blandir una espada o descubrir más sobre mis nuevas habilidades en la lucha cuerpo a cuerpo. Quiero cansarme y distraerme. Saber que hasta dentro de unas horas no voy a poder resolver ninguna de mis dudas es una verdadera tortura.
Echo la cabeza hacia atrás y suspiro.
—¿Has descubierto algo ya? Vuelve y vamos a entrenar, por favor —no creo que me oiga, pero no pierdo nada por probar—. O al menos cuéntame qué está pasando en casa de esa bruja. Me lo prometiste, ¿recuerdas?
O no me oye, o me ignora, pero no contesta. Me paso al menos quince minutos en silencio, mirando el techo, las paredes y la puerta e incluso la cama por si acaso. No veo, oigo o noto nada que me indique que está en la habitación conmigo. Lo más probable es que siga allí, vigilando a Byeol y a su marido hecho de barro. Espero que sea fácil derrotar al señor Soo.
Espero que Sucy no logre hechizarme para que me enamore de ella, después de lo mucho que me ha costado admitir que estoy enamorado de Hyukjae.
Espero que nadie intente matar a mamá, porque mi alma pura se irá a la mierda si le tocan un solo pelo.
Y espero que Yunho esté bien y que ningún demonio le haya hecho daño por mi culpa.
Vuelvo a intentarlo con los trabajos para la universidad, pero, como no soy capaz ni de escribir el título, apago el portátil y me levanto. Cojo las llaves del coche y mi móvil y bajo corriendo. Así, con el pantalón de pijama lleno de pequeños demonios rojos, una camiseta de manga corta blanca a juego y el flequillo sobre la frente porque paso de peinarme. Me pongo las zapatillas en el vestíbulo antes de irme a dar una vuelta. Parece que conducir es lo único que me relaja últimamente.
Pongo la radio, bajo la ventanilla y acelero por la carretera sin ningún destino concreto. El viento entra frío desde mi izquierda y, aunque llega a molestarme un poco, también me ayuda a relajarme. No dejo de pensar en todas las cosas que se me acumulan en la cabeza, pero estar en el coche me ayuda a ponerlo todo en orden.
Lucifer dijo que para derrotar a un golem solo tenemos que borrarle el nombre de su dueño de la frente, así que supongo que será fácil hacerlo cuando los hombres nos quedemos solos mientras ellas hacen sus cosas de brujas.
Luego está lo de Sucy. Si ceno antes de ir, puedo negarme a comer y beber cualquier cosa que me ofrezcan. El problema estará si me lanza un hechizo verbal, a los cuales ahora soy muy susceptible. ¿Será de mala educación que vaya toda la noche con los auriculares puestos? En cualquier caso, sé que mi novio podrá ayudarme. Y si no, siempre tenemos la opción de convertir a Sucy en una rana.
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Hugs with the Devil [EunHae +18]
FanfictionDonghae solo quería tener un poco de sexo la noche de Halloween, así que no le costó mucho aceptar al chico vestido de rojo que le ofrecía una noche increíble en su casa. Lo que Donghae no esperaba es que Astaroth no fuese el disfraz de Hyukjae, sin...