99. Revitalizador

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El tiempo pasa como si siguiera en el infierno. Cada día parece durar un año y cada minuto se me hace eterno. No obstante, el veinte de septiembre llega y es, por fin, el día en el que puedo empezar a caminar.

Kyuhyun va detrás de mí con el brazo vendado, pero sin cabestrillo, y Kyungsoo camina a mi lado, ambos preparados para atraparme si pierdo el equilibrio o noto que no puedo más. Mi cuerpo ha mejorado bastante despacio. Lo más normal sería que Lucifer estuviera también con nosotros, pero hemos conseguido convencerle de que descanse. Se lo merece muchísimo. Lleva casi tres semanas centrado en curarme y debe de estar destrozado.

Yo ya no tengo nada roto. Siento que mi corazón está hecho papilla, pero puedo asegurar por su forma de latir que solo es una expresión.

—Jongwoon ha hecho un buen trabajo, ¿verdad? —preguta mi amigo en nuestra segunda vuelta por el pasillo.

Asiento. Tengo los brazos estirados en forma de T y ando como un bebé que todavía está aprendiendo a caminar.

—Es como si hubiera llenado mi cuerpo de cinta adhesiva. Y mi estómago de arena —hago una mueca. Esta mañana he comido algo por primera vez en veinte días y casi vomito— Espero que esto se arregle antes de que me vuelva loco por no poder comer tacos. Quiero un taco, Kyu. Y aguacate. Mis papilas gustativas están llorando ahora mismo.

Kyuhyun se echa a reír.

—Pues yo quiero pizza. Una familiar, de esas que vienen con el borde relleno de queso y... Mierda. Perdona, Hae...

Me he quedado quieto, pero no porque sus palabras me hagan sentir mal. Todo lo contrario. Él me prometió que iríamos a comer pizza y vamos a hacerlo. Estoy seguro de ello, tan seguro que no he vuelto a derramar una lágrima desde que Azrael se fue a hablar con Lilith hace dos semanas.

No ha vuelto, y eso me preocupa un poco más. He intentado llamarlos, tanto a él como a ella, pero ninguno me hace caso. También le he pedido a Lucifer que baje a hablar con ellos, pero se ha negado hasta cuando Kyuhyun hacía pucheros a mi lado para ayudarme. Está tan seguro de que no hay forma de traer de vuelta a su hermano que quiero golpearlo.

Tal vez lo haga cuando me encuentre mejor.

Llegó a las escaleras y doy media vuelta. Pego los brazos al torso para intentar dar un paso al frente, pero pierdo el equilibrio y me voy de bruces contra el suelo. Mi golem logra detener mi cuerpo antes del golpe.

—Gracias —digo, apoyándome en su hombro para incorporarme. Aún me duele un poco cuando hago fuerza con los brazos— Creo que daré otra vuelta y luego me iré a la cama.

—El amo Lucifer ha dejado en la cocina la poción revitalizadora. Tiene que bebérsela para poder desayunar mañana.

—¿En serio? —jadeo.

Kyungsoo asiente con esa sonrisa que solo me dedica a mí. Le pido que la traiga y termino de dar mi último paseo apoyado en la pared. Estoy sentándome en la cama cuando el golem aparece con una botella de cristal llena de un líquido morado y brillante que me recuerdo a las pociones de las películas. Le quito el tapón y me la acerco a la nariz. Contengo una arcada.

—¿A qué huele? —me pregunta Kyuhyun, así que se la tiendo para que lo averigüe— Joder, ¿quién se ha muerto ahí dentro?

—Nadie —responde Kyungsoo.

—¿Y de qué está hecha? ¿De cadáveres de ratas de alcantarilla?

—La poción revitalizadora del amo Lucifer lleva ojos de leviatán, veneno de escorpión y gracia del ángel al que se pretende curar. No hay ratas en ella, amo Kyuhyun.

Hugs with the Devil [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora