~Bajo el mismo cielo~ (Harry Styles Terminada)

CAPÍTULO 24 (2ª Temporada)

Incoscientemente fui acercándome hasta que vi que él se acercó más rápido y me besó. Me tendió en el suelo aún besándome y se puso encima mia apoyándose con las manos para no aplastarme. Esta vez fui yo quien metí mi lengua en su boca. Su lengua empezó a juguetear con la mia, me encantaba cuando hacía eso. Sentía como un zoológico se volvía loco en mi estómago. De repente se separó dejando un pequeño espacio entre sus labios y los mios. Nuestras narices estaban rozando, sentía como su respiración se mezclaba con la mia.

-Te amo.- Pude articular, me había quedado sin palabras por ese momento.

-Lo sé.- Dijo levantándose. 

¿"Lo sé"? Me esperaba un "yo también" o "no más que yo". ¿Por qué habría dicho eso? ¿Es que él ya no me amaba? No entendía nada. Me levanté un poco desconcertada y me fui ignorándole. Bajé las escaleras y entré a la cocina. Desayuné un vaso de leche. Lo recogí todo y fue cuando bajó él. Lo vi pasar por el pasillo y salir por la puerta. ¿Qué acaba de pasar? ¿Qué bicho le había picado? Miré la hora y eran las 10:45 am. Abrí los ojos como platos, no llegaría a tiempo, y no quería que Brad me esperara. Subí las escaleras como una bala. Me puse una camiseta gris de manga larga con un pajarito dibujado, unos pantalones vaqueros largos y unos botines marrones. Me peiné lo mejor que pude y bajé de nuevo corriendo. Cogí mi móvil y eran las 10:58 am. Salí corriendo de mi casa. Tardé así como unos 5 minutos en llegar a Hyde Park corriendo. Miré por todos lados y Brad no estaba. Me senté en un banco a esperar. ¿Se habría ido? No creo. De repente sentí que me tapaban los ojos.

-¿Quién soy?- Dijo alguien haciendo una voz aguda graciosa.

-Mmm, no sé...¿Winkie?- Dije refiriéndome al teletubbie morado. Justo en ese momento me destaparon los ojos y aquella persona se sentó al lado mia en el banco.

-Te equivocaste.- Dijo aquella voz, supe quien era al momento.

-¡Brad!- Dije abrazándole fuerte.

-Yo también te e echado de menos.- Dijo acariciándome la espalda.

-No más que yo.- Dije separándome mientras me reía. No sabía como lo hacía pero siempre me sacaba una sonrisa.

-¿Quieres ir a por un helado?- Dijo mirándome fijamente con aquellos ojos miel.

-Claro.- Dije sacando una de mis mejores sonrisas.

Nos levantamos y fuimos a un puesto de helado que había cerca. Él lo pidió de vainilla y yo de chocolate blanco con pequeños trocitos de galletas de oreo. Nos sentamos de nuevo en aquel banco y seguimos hablando. Me di cuenta de que se había manchado el labio inferior de helado.

-Tienes un poco de helado ahí.- Dije riéndome y señalando su labio.

-¿Dónde?- Dijo frunciendo el ceño.

-Ahí.- Dije pasando mi mano por su labio y quitándole el helado. Se quedó mirándome tiernamente. Igual que yo a él. Moví mi mano hacía su mejilla y la acaricié. De repente se fue acercando y finalmente me dio un abrazo tierno. No entendía porque lo había hecho, prefería un beso...¿¡Pero que decía!? Estaba muy confundida. Se separó con una sonrisa en su cara. Seguimos horas hablando de todo y riendo de nada. Terminamos los helados y fuimos a Starubucks, comimos. Iba a pagar pero se me adelantó. Me miró con una sonsirsa victoriosa y empecé a reirme. Salimos de ahí y como no teníamos nada que hacer me presentó al resto de su grupo.

-Mira eston son James, Connor y Tristan; chicos, esta es Alex, una amiga muy importante.- Dijo Brad mirándome con una sonrisa.

-Encantada de conoceros chicos.- Dije dándole un abrazo y dos besos a cada uno.

-El gusto es nuestro.- Dijeron a la vez los tres.

Estuvimos toda la tarde con los chicos, me habían caido genial. Pero aún así nadie le quitaba el puesto a Louis, Liam, Zayn, Nialll, ni mucho menos a Harry. Salimos a cenar. Cuando íbamos de camino supe rápidamente a donde nos dirijíamos. Era Nando's. El restaurante preferido de Niall. Cuando entramos, nos sentamos en una mesa al lado de la ventana. Estábamos comiendo cuando Connor de repente hizo una pregunta esencial para mi en estos momentos.

-Y Alex...¿Con quién vas a pasar las Navidades? Es que como es ya 23 y mañana es Noche Buena...- Dijo rascándose la nuca. "Mierda" pensé. No me había acordado de que mañana era Noche Buena. ¿Con quién la pasaría? Ni idea.

-¿Quieres venirte mañana a cenar con nosotros?- Dijo de repente James.

-No chicos, no quiero ser una molestia.- Dije negando con la cabeza.

-Venga...Por favor...- Dijo Tristan.

-Además vosotros cenaréis con vuestras familias y no quiero estorbar.- Dije bajando la cabeza.

-No, cenamos nosotros cuatro, no estorbas.- Dijo Brad mirándome con una sonrisa.

-Está bien, pero solo mañana.- Dijo apuntándoles con el dedo.

-Y en Navidad comes con nosotros.- Dijeron los cuatro al unísono.

-Bueno venga vale.- Dije con una sonrisa. Por lo menos no pasaría Noche Buena y Navidad sola.

Cuando terminamos de comer, pagamos y salimos de allí. Fuimos al Big Ben. Miré la hora y eran las 23:00 pm, empezaba a hacer frío y yo por ir con prisa a todos sitios me olvidé la chaqueta en mi casa. Estaba tiritando y Brad lo notó. Me echó su chaqueta por encima.

-No, toma.- Dije quitándomela y dándosela, pero me la puso otra vez.

-Tienes frío, y prefiero pasar frío yo a verte tiritar a ti.- Dijo serio.

-Gracias Brad, en serio gracias.- Dije dándole un fuerte abrazo. Eso que había dicho para mi había sonado muy bonito, a veces yo era un poco cursi.

-No me las des, lo hago porque por el poco tiempo que te conozco, me importas y te quiero mucho como amiga.- Dijo aún con el abrazo.

-A ver tortolitos, que aquí hay gente que tiene sueño y que quiere ir a casa.- Dijo Connor de forma graciosa.

-Está bien Connor, nos vamos, pero primero llevamos a Alex.- Dijo Brad separándose.

Nos fuimos de allí y en más o menos 20 minutos llegamos a mi casa. Le di la chaqueta a Brad y él me dio un beso en la mejilla.

-Que duermas bien preciosa.- Dijo a punto de irse.

-Igualmente Brad.- Dije con una sonrisa. Me quedé viendo como se iba por mi calle. Me di media vuelta y entré a mi casa. Había sido un día perfecto, y quería que se volviera a repetir. Me acerqué al sofá y ahí estaba mi teletubbie rojo de peluche como siempre. Lo cogí, me di cuenta de que volvía a oler a Harry. Lo dejé en el sofá y subí a mi cuarto. Recordé lo de esta mañana y me dio rabia. Entré a mi cuarto y pegué un portazo. Cogí mi pijama, entré al baño, me duché y me puse mi pijama. Me acosté entre mis mantas sin mi peluchito. Intenté dormir sin él, pero no podía. Empecé a llorar, era una maldita infantil. Una patética, idiota, era el ser más odioso del mundo. Me levanté aún con lágrimas. Bajé las escaleras y cogí el peluche. Iba a subir pero oí un ruido. Me asusté mucho y me quedé sentada en el suelo, en un rincón del salón. Encima era miedica. Lloraba del miedo y de lo tonta que era abrazada a mi teletubbie. Seguía oyendo ruidos raros. De repente oí una voz demasiado familiar.

-¿Alex?- Dijo esa voz bajando las escaleras.

¿Qué hacía él aquí? Me escondí detrás de las cortinas hasta que encendió la luz.

-¿Alex? ¿Estás ahí?- Dijo acercándose hacia donde estaba...