•SESENTAINUEVE•

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Axel

Abrí mis ojos mirando el techo de la habitación, pestañeé un par de veces girando mi rostro y encontrándome con Molly dormida sobre mi brazo. Sonreí mirando cómo dormía, se veía tan tranquila y relajada que por un momento me hacía olvidar todo lo de mi padre.

Mi celular comenzó a sonar y con cuidado estiré mi otro brazo para tomarlo del velador. Intenté silenciarlo para no despertar a Molly, pero ya había sacado su cabeza de mi brazo y abrió sus ojos refregándolos.

- ¿No contestarás? - susurró recostando su cabeza en mi pecho y volviendo a cerrar los ojos.

Ignoré la llamada de Edna, y miré a Molly, quien abrió sus ojos mirando los míos.

- Buenos días

- Buenos días - hice a un lado su cabello para acariciar su suave rostro.

- ¿Cómo dormiste? - preguntó.

- Esa pregunta es innecesaria, porque sabes que a tu lado siempre duermo bien - respondí, haciendo que sonriera - Y espero que tú a mi lado también - negó con la cabeza levantándose unos centímetros.

- Duermo muy mal 

- Bueno, creo que te tendrás que aguantar, porque yo duermo excelente 

- Es broma - sonrió - Me encanta dormir a tu lado - acercó su rostro al mío y no tardó en besarme suavemente - Deberías contestar - susurró separando nuestros labios cuando mi celular comenzó a sonar nuevamente, pero lo ignoré y volví a besarla - Tal vez es importante - murmuró cuando el celular no paraba de sonar.

- Está bien - suspiré, sentándome en la cama y contestando la llamada - ¿Qué pasa, Edna? 

- En mis tiempos la gente saludaba antes de contestar - murmuró - Pero en fin, iré al grano, ya me enteré de que tu padre está en la ciudad y que se está quedando en tu casa - gracias por recordármelo - En unas horas es el evento del orfanato, tu padre irá y tú deberías hacer lo mismo.

Olvídalo, ya te dije que no iré, no me interesa que la prensa se entere de que soy uno de las personas que donan.

- Axel, entiende, este momento no es para eso, es para mostrarles que no eres el chico ambicioso que todos están empezando a creer que eres - suspiró - Que te vean en el evento hablará bien de ti y ahora que tu padre también estará, será mucho mejor, porque los verán cerca y pensarán que la demanda solo fue un mal entendido.

¿A qué hora es?

- A las 2 de la tarde, solo haz acto de presencia, comparte un poco y te retiras, no des entrevistas y ayudaría bastante que fueras con tu novia.

Lo pensaré, porque sinceramente en este momento mi imagen no es importante - afirmé.

- Sabes que tu imagen está cayendo lentamente y mientras antes la paremos, mucho mejor. No le quites el peso al asunto, Axel, ir te ayudará bastante.

Lo pensaré, adiós - corté la llamada respirando profundo.

Tenía tantas cosas en la cabeza que no sabía cuál resolver primero, mejor dicho, no tenía idea de si tenían alguna solución efectiva. Por un lado estaba el tema de la demanda, mi padre quiere a toda costa quedarse con la empresa y mandar a la mierda todo el trabajo que he realizado. Por otro lado, estaba mi relación con Molly, a pesar de que ahora era real, le había contado una historia totalmente diferente a mi familia y tener a mi padre y abuela aquí complicaría todo.

- ¿Todo bien? - miré a Molly, quien puso su mano sobre mi espalda para llamar mi atención.

- ¿Quieres ir a un evento del orfanato? - pregunté y me miró confundida - Solo iremos a hacer acto de presencia.

- Está bien - aceptó aunque no sonaba muy segura.

- ¿No quieres ir? - se sentó a mi lado desviando la mirada.

- Sí quiero - respondió sin mirarme - Solo es que ahora que está tu padre y abuela aquí, ¿debo volver a fingir ser la chica que le presentaste? La que usa ropa de marca y supuestamente tiene sucursales de pastelería.

- No - afirmé - Yo hablaré con mi abuela en algún momento, aunque ahora no creo que se fijen en ello - suspiré - Solo te pediré que no te acerques a mi padre - la miré fijamente y asintió levemente con la cabeza - No quiero que él esté cerca tuyo, me disculpo por dejarte sola anoche, no volverá a pasar, eso tenlo por seguro, porque no le daré la oportunidad de que se acerque a ti.

- No te preocupes, no le tengo miedo a tu padre 

- Lo sé, pero de todos modos no confío en él. Por favor, Molly, solo ignóralo y no le hagas caso a sus palabras.

- Está bien - asintió levemente con la cabeza y suspiré - Axel - llamó mi atención y la notaba nerviosa - Le dijimos a tu familia que yo vivía contigo, seguramente ahora piensan que es verdad, porque me quedé a dormir, pero ¿Qué pasará los siguientes días?

- Tienes razón - respiré profundo - No te obligaré a que te quedes, puedes volver a tu casa cuando quieras, no te preocupes por eso, Molly. Si preguntan, les diré la verdad, ya no me interesa lo que mi padre piense de mí.

- Pero... - se detuvo cuando golpearon la puerta.

- Axel, ¿estás despierto? - se escuchó la voz de Keith desde el otro lado.

- Ni siquiera me dejan despertar tranquilo - me quejé

- Axel - volvió a golpear.

Me iba a poner de pie, pero Molly tomó mi brazo deteniéndome y bajó de la cama caminando hacia la puerta

- Buenos días, Keith - saludó cuando abrió la puerta unos centímetros para que Keith la viera solamente a ella.

- ¿Dónde está Axel? - preguntó directamente.

- Está bañándose, si necesitas algo puedes esperarlo abajo, no creo que tarde mucho - una sonrisa se formó en mis labios al ver como Molly mentía y evitaba que Keith me viera

- Dile que necesito hablar con él sobre temas personales.

- Bien, le diré que lo buscabas - no esperó una respuesta de Keith y cerró la puerta.

- ¿Y eso qué fue? - pregunté cuando se acercó a mí - Me estoy bañando y ni yo lo sabía 

- De nada, te salvé de escuchar las preguntas de Keith o cualquier estupidez que diga - tomé su brazo haciendo que volviera a sentarse a mi lado - No me mires así, Axel, nosotros estábamos hablando y ella llegó a interrumpirnos.

- Lo sé, entonces continua, ¿Qué me ibas a decir? - pregunté y bajé la mirada.

- Que tal vez pueda quedarme aquí mientras ellos están, no quiero dejarte solo y mucho menos con Keith aquí - desvió la mirada nerviosa - Claro, si tú quieres que me quede.

Sonreí buscando su mirada, porque lo más que quería era tener a Molly junto a mi

- Me parece una increíble idea y no te preocupes por Keith - llevé mi mano a su rostro poniendo su cabello detrás de su oreja

- No me digas que no me preocupe por Keith, porque no he olvidado que te besó en la casa de tus padres - habló mirándome - Y algo me dice que si tiene la oportunidad, lo volverá a hacer - negué con la cabeza.

- Claro que no, porque le dejaré muy en claro que tengo una novia hermosa, inteligente, talentosa y que me tiene loco por ella - sonrió y esta vez yo acerqué su rostro al mío para besar sus labios y olvidarme de todos por un momento.

Molly, solo Molly, era todo lo que estaba bien.

Mi celular volvió a sonar haciendo que nos separáramos.

- Es Neitan, ¿Quieres decirle que me estoy bañando? - pregunté y negó con la cabeza poniéndose de pie.

- Él me agrada, no te ha besado ni me ha menospreciado - afirmó y contesté la llamada.

Novia Del Chico MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora