•SESENTAICUATRO•

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Molly

Hoy era mi segundo día de trabajo, ayer había sido un día genial y esperaba que hoy también lo fuera.

Al igual que ayer, me subí al bus y me senté al final al lado de la ventana, me gustaba mirar el camino mientras pensaba en todo lo que me estaba sucediendo.

Creo que por fin mi vida había comenzado a ordenarse, tenía un trabajo, Sophie ya no corría riesgos, solo le quedaba seguir con un tratamiento, pero que no era nada peligroso. Mi madre pronto buscaría trabajo y volveríamos a ser como antes, aunque solo una cosa había cambiado, Axel había llegado a nuestras vidas y Derek se había alejado.

Creo que poco a poco mi madre irá aceptando del todo a Axel. Al principio pensé que se demoraría bastante, pero anoche me di cuenta de que a ella también le agradó y sabe que es un buen chico. La idea de que todo esté comenzando a salir bien me asustaba un poco, pero no quería pensar en nada malo.

Había una parte de mi vida que estaba ignorando completamente y soy consciente de ello. Una persona había vuelto y me guste o no, mi madre lo había aceptado, mi queridísimo padre. Nunca pensé que volvería o si lo hacía, por lo menos hubiera avisado, se hubiera disculpado, pero no hubiera llegado como si nunca nos hubiera abandonado.

No quería pensar en él, porque inevitablemente recordaba el pasado. Todos los días nos sacaba una sonrisa y nos hacía reír, pero destruyó todo eso en el momento en que nunca más regresó. Esas sonrisas y risas se cambiaron por lágrimas y llantos. Yo iba en el instituto y falté una semana, porque simplemente no podía hacerme a la idea de que el hombre que se supone que nos amaba, nos abandonó sin ninguna razón.

Suspiré buscando mi celular, ya no quería pensar en cosas malas, solo quería estar en paz y feliz. Busqué el número de Axel y lo llamé, esta vez no esperaría a que él lo hiciera.

¿Señorita Molly? Justo iba a llamarla – sonreí al escuchar su voz

– Buenos días – hablé feliz.

Buenos días, ¿cómo estás?

– Muy bien – respondí – ¿Y tú?

Ahora estoy bien, pero si aceptas ir a cenar conmigo estaría mucho mejor.

– ¿Hoy? – pregunté.

Sí, ¿tienes algo que hacer?

– Debo quedarme con Sophie, mi madre irá a hacer unos trámites y dijo que llegaría tarde.

¿Eso es un "no iré a cenar contigo, Axel"?

– Es un "no puedo ir a cenar contigo, pero tú sí podrías venir a cenar a mi casa".

Me gustaba más mi plan, pero no me quejo.

– ¿Entonces nos vemos en mi casa a las 8?

Claro que sí, ya estoy empezando a contar las horas para verte – sonreí agachando la mirada como si él me pudiera ver.

– Yo también 

Pero si tu madre no estará, no podré llevar vino, ¿qué quieres que lleve?

– Nada, solo tu presencia.

No llegaré con las manos vacías.

– No te preocupes, Axel.

Ya encontraré algo para llevar, eso no lo dudes.

– No tienes que traer nada – volví a repetir riendo.

Llevaré algo te guste o no 

– Okey, no discutiré – miré el camino y me puse de pie cuando nos acercábamos al paradero – Entonces nos vemos en la cena.

Novia Del Chico MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora