Novia Del Chico Millonario

•VEINTINUEVE•

Molly

Una sonrisa se formó en mi rostro cuando llegamos a la clínica, nadie nos había seguido, todo había salido muy bien, solamente al salir de la casa tuve que agacharme para que los periodistas no vieran que iba en el auto, pero el camino fue tranquilo y estaba muy ansiosa por ver a mi madre y Sophie

– Por favor, espere – Freddy me detuvo cuando iba a abrir la puerta, él rápidamente se bajó y se dio la vuelta para abrirla

– Gracias – hablé sonriendo

– No se preocupe, yo la estaré esperando aquí

– No sé cuánto tardare

– No tengo nada más que hacer – respondió

– Está bien – susurré – Nos vemos – caminé hacia la entrada sin poder quitar la sonrisa de mi cara

Subí hasta el piso donde estaba la habitación de Sophie y me sorprendí al ver que no había nadie afuera, pero de todos modos me acerqué a la habitación y golpeé la puerta emocionada por volver a verlas

– Sophie – hablé abriéndola y viendo cómo dejaba sus muñecas a un lado y se sentaba en su cama sorprendida

– ¡Molly! – gritó feliz y corrí hacia ella – ¡Regresaste! – la abracé y sentí como mi corazón se llenaba de alegría

– Sorpresa – susurré – ¿Como te sientes? – pregunté separándome de ella besando su mejilla para luego sentarme a su lado

– Muy bien, el doctor dijo que soy una princesa muy valiente y que me llevarán a otra sala – la miré y me acerqué a ella para llenarla de besos – Ya basta – se quejó riendo, pero no me detuve porque estaba tan feliz de volver a verla – Te pareces a papá – la miré confundida deteniéndome y mi sonrisa desapareció – Hizo lo mismo cuando llegó

– ¿Qué? – pregunté - ¿Cuándo llegó?

– Sí, volvió de su viaje – respondió emocionada - ¿No lo has visto? – preguntó feliz – Mamá bajó con él a la cafetería, dijo que tenían cosas que hablar

– ¿Qué? – pensé que era broma, pero Sophie se veía tan feliz y hablaba tan en serio que no podía ser una broma – ¿Cuándo volvió? – pregunté casi como un robot

– Hace unos días, Mamá dijo que te avisaría o tal vez quería sorprenderte como tú me sorprendiste a mi – me giré cuando la puerta se abrió y me congelé al igual que mi madre y el hombre que estaba a su lado

La habitación quedó en silencio, mi sonrisa se esfumó completamente, toda la alegría y felicidad que sentía se transformó en rabia

– Hija, has vuelto – habló mi madre caminando hacia mí – Pensé que volvías en dos días más

– Quiso sorprendernos – respondió Sophie – ¿Volvió más linda o no mamá? – me puse de pie sin quitar mis ojos del hombre que había dado unos pasos para entrar a la habitación

Mi corazón se apretó completamente, mi mente retrocedió años y recordé por todo lo que tuvimos que pasar

– ¿Que hace él aquí? – pregunté

– Molly – susurró mi madre caminando hacia mí y tomando mi brazo – Te lo iba a contar cuando volvieras – susurró – Por favor, tranquila, Sophie no debe alterarse

– Recordé que debo ir a ordenar unas cosas – miré a Sophie acercándome a ella y besé su frente – Nos vemos luego, pequeña Mérida

– Papá también dice que me parezco a Mérida, por lo valiente – no pude fingir una sonrisa, solo me di la vuelta y tomé el brazo de mi madre sacándola de la habitación e ignorando completamente al hombre que se encontraba ahí

– Mamá, ¿Lo dejaste que se metiera en nuestras vidas? – pregunté cuando estábamos afuera – ¡Permitiste que se acercara a Sophie! – grité molesta

– Molly cálmate, él es su padre y no puedo negarle el derecho a estar con sus hijas

– Un padre no abandona a su familia, ¿Olvidaste todo lo que tuvimos que pasar? ¿Olvidaste cuántas historias le inventamos a Sophie? ¿Olvidaste todo eso?

– Claro que no, pero volvió y está arrepentido, quiere arreglar las cosas Molly, deberías hablar con él y darle una oportunidad

– ¿Estás loca? ¿Te estás escuchando? – sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas, pero intenten contenerlas - Mamá, ese hombre nos abandonó, nos dejó con miles de deudas, tuvimos que dormir prácticamente en la calle por su culpa, se llevó todo lo que teníamos, empezamos una nueva vida y nos costó bastante para llegar hasta aquí, no dejaré que él vuelva como si nada y nos arruine nuevamente

– Hija – volteé al escuchar las palabras de aquel hombre y lo miré fijamente

– Yo no soy tu hija – hablé sin tartamudear – A Sophie y a mi madre las puedes engañar con tus estúpidas palabras, pero a mí no – me miró sorprendido y mi madre me tomó el brazo para tranquilizarme – Yo no permitiré que vuelvas a arruinar nuestra vida, toma tus cosas y vete de aquí, no te necesitamos

– Molly, estoy arrepentido y vine a arreglar las cosas, Sophie está feliz de verme, está de buen humor y eso es lo que necesita para la operación – dio un paso para acercarse a mí, pero rápidamente retrocedí – Estos años junté bastante dinero, pude pagar la operación de Sophie y quiero darles una mejor vida...

– ¿Qué? – lo interrumpí – ¿Pagó la operación? – miré a mi madre sorprendida y asintió lentamente con la cabeza – Mamá como lo permitiste, yo ya tenía el dinero

– Es su padre Molly, no puedo negarle ese derecho y...

– ¿Sabías todo lo que hice para juntar el dinero y ahora me dices que la cuenta está pagada? – suspiré molesta y miré fijamente al hombre – Si dices que quieres a Sophie, lárgate de aquí

– No – respondió – No me iré, ustedes son mis hijas y yo su padre, vine a quedarme y a recuperarlas, eso haré, cueste lo que cueste

– Vete a la mierda – no dije nada más, porque sabía que comenzaría a llorar de la rabia que sentía, solamente me di la vuelta y caminé hacia el ascensor

Apenas las puertas se cerraron comenzaron a caer las lágrimas de mis ojos, sentía tanta rabia, tanta impotencia, tantas ganas de golpearlo, pero solo comencé a llorar

Salí de la clínica y me crucé de brazos al sentir el frío, agache mi cabeza para que nadie me viera llorar y comencé a caminar sin ningún rumbo.