Novia Del Chico Millonario

•CIENTO CINCUENTA Y CUATRO •

Molly

Abrí mis ojos al oir la voz de mi padre, pero los cerré al sentir lo hinchados que estaban.

- Buenos días hija, es hora de levantarse, el desayuno está listo - habló entrando a la habitación - Vamos a desayunar, luego te das una ducha y a trabajar - indicó con ánimos.

Me acomodé en la cama refregando mi rostro, no había sido una pesadilla, todo lo que sucedió era real y mi cabeza daba mil vueltas.

- Papá, no iré a trabajar, yo...

- Te dijimos que te apoyaríamos en todo - me interrumpió - Pero tienes que ir a trabajar, no te quedarás aquí encerrada, además, tienes un compromiso con tu jefe, tu reposo ya terminó y debes cumplir con tu responsabilidad.

- Pero...

- Si no quieres trabajar más, bien, pero te levantas y vas a hablarlo con tu jefe - me interrumpió - Vamos hija, tu madre preparó un desayuno increíble, te esperamos para comenzar.

Salió de la habitación y cerré los ojos por unos segundos refregando mi rostro.

No quería salir de aquí, pero sabia que debía ir.

Me puse de pie respirando profundo, me sentía débil y aunque no tenía fuerzas de seguir adelante, no tenía otra opción.

Salí de la habitación para meterme al baño, me miré al espejo y mis hinchados ojos demostraban todo lo que había llorado anoche

Me apoyé en el lava manos, cerré los ojos y la imagen de Axel no tardo en invadir mis pensamientos.

Despertar sin él, era algo que todavía no podía asimilar, quería retroceder el pasado y evitar todo lo que hice.

- Molly - mamá golpeó la puerta - ¿Estás aquí?

- Sí - respondí - Me daré una ducha primero.

- Está bien, no tardes o se te hará tarde.

No respondí y comencé a quitarme la ropa para bañarme

Apenas el agua comenzó a caer por mi cuerpo, los momentos junto a Axel pasaron por mi cabeza, intenté ser fuerte y creía que ya no podía llorar más, pero en tan solo unos segundos volví a quebrarme y mis lágrimas se continuaban con el agua.

Me odiaba a mi misma por lo que hice, me odiaba tanto por no poder cumplir las promesas que le hice a Axel, por haberle fallado y haberlo perdido

Moví la llave hacia el agua fría, quería sentir algún otro dolor, porque mi corazón ya no soportaba

Refregué mi rostro al sentir el agua helada, no me moví ni un centímetros, solo dejé que cayera sobre mi cabeza y recorriera mi cuerpo.

Terminé de bañarme con el agua helada y cerré la llave respirando profundo.

No sabia como seguiría adelante, pero debía intentarlo.

Sequé mi cuerpo y antes de salir, me miré al espejo, mis ojos seguían hinchados y no podía hacer nada para ocultarlo.

Regresé a mi habitación donde estaban las maletas con mi ropa, las abrí tomando lo primero que encontré o sabia que si me ponía a buscar, recordaría momentos y volvería a caer.

Me vestí completamente y tomé las cosas necesarias para salir.

- Ya me voy - hablé cuando llegué a la cocina.

- Claro que no, desayuna primero y luego yo te llevaré - habló papá indicándome el asiento que estaba a su lado.

- Yo...