•SETENTAIUNO•

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Axel

— ¿No me dirás? —preguntó luego de minutos de silencio— ¿No sabes desde cuándo son novios?

— Hace aproximadamente cuatro días —respondí, agachando la mirada.

— ¿Cómo? —preguntó confundida— ¿Cómo que cuatro días? No entiendo, Axel. Si hace un mes que la presentaste como tu novia y...

— Lo siento —la interrumpí— Les mentí —afirmé sin levantar la mirada— Molly no era mi novia cuando se las presenté, ni siquiera salía con ella —susurré— Solo estábamos fingiendo.

— ¿Qué? —preguntó sorprendida— ¿Por qué harías eso?

— No lo sé —suspiré poniéndome de pie— Solamente quería que ustedes creyeran que estaba feliz junto a una chica, quería demostrarle a mi padre que podía serlo y todos ya se habían emocionado porque por fin tenía novia.

— Yo no estaba emocionada porque tuvieras novia, estaba emocionada porque te veías feliz —me miró por unos segundos, pero desvié la mirada hacia el suelo— ¿Y toda la historia que nos contaban era falsa? —preguntó un poco molesta y asentí con la cabeza— ¿Entonces cómo la conocías? ¿O me dirás que es una completa extraña?

— Iba al instituto conmigo, eso era verdad, solo que nunca hablamos —aclaré, pero ella esperaba que le explicara más — Estaba en una cafetería hablando con Neitan sobre que necesitaba una supuesta novia, Molly nos escuchó, luego se cruzó frente a mi auto, la llevé a la clínica y ahí se ofreció para fingir ser mi novia a cambio de dinero para la operación de su hermana.

— ¿O sea que ella fingía todo el tiempo a cambio de dinero?

— Su hermana necesitaba ser operada, pero no tenían el dinero suficiente para financiar la operación. No era dinero para que Molly se lo gastara en lo que quisiera, era por una buena causa.

— ¿Y qué pasó cuando regresaron? —preguntó y bajé la mirada.

— Me di cuenta de que no quería separarme de ella —susurré— Es una chica increíble y me hace feliz, abuela —levanté la mirada y ella se puso de pie, suspirando.

— ¿Qué se supone que te diga, Axel? Realmente me decepcionas. Nunca esperé que...

— Abuela, si me dirás que Molly no es de mi mundo, que todo esto es una locura, déjame decirte que no tengo pensado separarme de ella —la interrumpí— Y si te conté la verdad, es porque realmente quiero hacer las cosas bien, sin mentiras y sin tener que fingir. Me gustaría que me apoyaras. 

— Como te decía —suspiró ignorando lo que le dije — Nunca esperé que me engañaras de esta manera. Inventar una relación falsa es algo que jamás me imaginé de ti. Eres un chico inteligente, Axel, pero a veces eres muy estúpido porque te empeñas en hacer que tu padre se sienta orgulloso de ti. Cada día haces algo con el fin de demostrarle a tu padre lo que puedes lograr, pero no te das cuenta de que Nicolás sabe perfectamente que eres un hombre exitoso y que puedes llegar muy lejos. Por eso es que se interpone en tu camino todo el tiempo, no quiere que logres ser mejor que él, pero eso es inevitable.

— Ya no, ya no me interesa lo que mi padre piense de mí.

— Espero que te hayas dado cuenta de lo que vales, porque si fuiste capaz de fingir tener una novia solo para complacernos y demostrarle a tu padre que eres capaz de ser feliz, no quiero imaginar lo que puedes llegar a hacer solo para demostrarle a los demás lo que eres capaz.

— Lo siento —suspiré— Sé que no hice las cosas bien, sé que estuvo mal fingir una relación, pero ya no lo volveré a hacer. Ahora no tengo nada que fingir, Molly y yo somos novios y créeme que ninguno de los dos está fingiendo.

— Supongo que por eso no me di cuenta de que fingían.

— ¿Por qué? —pregunté confundido.

— Por sus miradas. Nunca había visto a una chica mirarte como lo hace ella y tus ojos nunca habían brillado tanto, y eso es algo que no se puede fingir —sonrió levemente, bajando la mirada— No pienses que seré yo la que se oponga a su relación. Sé que esa chica realmente te quiere a ti y tú a ella. Eso se nota bastante. Pero espero que lo que sienten sea fuerte, porque tarde o temprano todos sabrán quién es Molly y cómo comenzó su relación. No será por mi boca, pero las mentiras o engaños siempre salen a la luz y en ese momento se les vendrá el mundo encima.

— Con "se les vendrá el mundo encima", ¿te refieres netamente a mi padre? —suspiré y asintió levemente con la cabeza— No te preocupes. No me importa lo que piense y no dejaré que se interponga entre nosotros.

— Será difícil, más si está aquí.

— Lo sé, pero no me rendiré —afirmé— ¿Hasta cuándo se piensa quedar?

— Ya empezó a hablar con su abogado para que comiencen los trámites para darle el 20%. Por eso tú también debes hablar con tu abogado para firmar los papeles lo antes posible. Luego de eso, no sé si querrá quedarse o se irá.

— Vale —suspiré— Pero no te puedo asegurar que soportaré todo ese tiempo con él en mi casa.

— No te preocupes por eso. Nos iremos a algún hotel, por mí no hay problema.

— Tú no tienes que irte. Deja que solo él se quede en el hotel.

— Recuerda que supuestamente le voy a transferir el 20%. No quiero que sospeche nada. Por eso tú también deberás fingir que realmente lo haré. Bueno, fingir te sale a la perfección. Supongo que no debo preocuparme por eso.

— Abuela...

— ¿Quién más sabe la verdad? —me interrumpió— ¿La familia de Molly lo sabe?

— Sí —afirmé— Su familia lo sabe, Neitan, Keith y mi madre solo sabe que Molly no tiene sucursales de pastelería ni nada de eso.

— ¿Tu madre? —preguntó sorprendida.

— Sí, al igual que tú, mandó a investigar a Molly.

— O sea que tu padre no tardará en saber esa parte de la verdad, si es que ya no lo sabe. Porque si tu madre y yo pudimos descubrirla, él lo sabrá más fácil de lo que piensas.

— ¿Y qué propones? —pregunté— ¿Qué le diga la verdad antes de que la descubra? ¿Eso cambiaría algo? Abuela, me da igual que la descubra o no, porque de todos modos seguirá fastidiándome.

— Bueno —suspiró— Solo espero que todo salga bien y que por fin podamos llevar una vida en paz —se acercó a mí y sonrió levemente— Te ves lindo enamorado, tus ojos volvieron a brillar y estás dejando atrás al chico frío que solo se fijaba en su trabajo —suspiró, acariciando levemente mis manos— A pesar de que todo haya comenzado por una mentira, me alegra que Molly haya llegado a tu vida. Y no te preocupes, que yo te apoyaré pase lo que pase.

— Gracias, abuela —susurré, abrazándola.

— No tienes nada que agradecer. Mereces ser feliz, Axel.

Respiré profundo, tranquilizándome. Ya me había quitado dos pesos de encima. Por un lado, la demanda de mi padre por fin terminaría gracias al plan de mi abuela, que era muy bueno. La única posibilidad de que fallara sería si mi padre se enteraba, pero eso no sucedería. Y por otro lado, que mi abuela supiera toda la verdad me hacía sentir mucho mejor. Ya no tenía que fingir frente a ella ni frente a nadie. Por fin podría tener una relación pura y real.

Moría de ganas por contarle a Molly. Así que, después de hablar con mi abuela, salí directamente a buscarla.

Novia Del Chico MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora