•OCHENTAISIETE•

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Molly

- Ves que no llegaríamos tarde - habló Axel mirando la hora cuando Freddy estacionó el auto casi al frente de la pastelería - Llegaste 10 minutos antes - afirmó sonriendo, pero mi mirada se fijó en la motocicleta que se estacionó adelante y mis nervios se activaron al recordar lo que había pasado con Dakota - ¿Tan temprano tienen clientes? - preguntó mirando al chico que bajaba de la moto.

- No - susurré respirando profundo - Él es mi jefe - sentí como su rostro cambio mirando al chico y luego a mí.

- ¿El que es pastelero también? - preguntó y asentí con la cabeza - ¿Cómo se llamaba? - lo miré confundida, pero sonreí al ver su rostro serio.

- ¿Me huele a celos, señor Axel? - pregunté.

- No - afirmó - No soy un chico celoso Molly, además, sé que mi novia solo tiene ojos para mi.

- Claro - afirmé - Tu novia no tiene ojos para nadie más - susurré haciendo que sonriera - Gracias por traerme y nos vemos en...

- En el almuerzo - me interrumpió - Avísame cuando sea tu hora libre y coordinamos algo.

- Está bien - sonreí.

- No, Freddy - lo detuvo cuando se iba a bajar del auto - Déjamelo a mi - se bajó y se dio la vuelta hasta llegar a mi puerta - Señorita Molly - habló abriendo mi puerta y ofreciéndome su mano.

- Gracias, señor Axel - tomé su mano y bajé del auto - Pero no era necesario, también sé abrir las puertas - susurré y miró de reojo nuestro alrededor.

- Qué rápido entró tu jefe - murmuró - Pero ya no te retraso más - miró mis ojos y no dudó en besar mis labios.

- Nos vemos en unas horas - susurré separándome de él con una sonrisa.

- Nos vemos - respondió y caminé hacia la entrada con una sonrisa en mi rostro.

Entré a la pastelería y los ojos de Trinidad fueron los primeros en verme

- Buenos días - saludé

- Buenos días Molly, hoy vendrá una persona muy importante, como le dije a Diana, las quiero con la mejor energía.

- Así será - afirmé - Iré a cambiarme - asintió con la cabeza y caminé hacia el fondo de la pastelería.

Apenas llegué a mi casillero, tomé mi uniforme, guardé mis cosas y me volteé al ver que la puerta del baño se abrió.

- Buenos días - habló Diana con una sonrisa.

- Buenos días - respondí y me metí a uno de los baños para cambiarme.

Sentía que dentro de este lugar todos estaban felices y alegres, como si no tuvieran ningún problema, y recibir toda esa buena energía, me hacía sentir mucho mejor y feliz.

Luego de cambiarme salí encontrándome con la mirada de Abigail sobre mi.

- ¿Axel Cavalli te vino a dejar? - preguntó con una sonrisa en su rostro - Porque yo lo he visto bajarse del auto, abrirte la puerta, besarte y luego retirarse - afirmó.

- Ay, no te metas en su vida - murmuró Diana riendo.

- Lo sé, pero es que no puedo evitarlo, debo admitir que hacen una linda pareja.

- Gracias - susurré nerviosa.

- Nada que agradecer - afirmó y se volteó a su casillero - Me iré a cambiar, porque la señorita Trinidad ha dicho que hoy venía alguien importante - tomó sus cosas y se metió a uno de los baños - ¡No se vayan sin mi! - gritó.

Novia Del Chico MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora