Novia Del Chico Millonario

•SESENTAITRES•

Axel

- Aquí, la casa que tiene la luz de la puerta encendida - habló Dakota y detuve el auto - Muchas gracias por traerme

- No hay de qué - respondí

- Nos vemos, que tengan una linda noche - abrió la puerta y bajó

- Nos vemos - habló Molly antes de que cerrara la puerta

- Muy bien, ahora de vuelta a su casa señorita - indiqué cuando su amiga entró a su casa - ¿O quiere ir a otro lugar? Soy chofer de tiempo ilimitado - me miró sonriendo y apoyó su cabeza en el respaldo del asiento

- Mamá dijo que no me demorara, pero si el señor Axel quiere desviarse del camino unos minutos, no me quejo

- No me diga eso señorita, mire que me lo tomo muy en serio y si me desvío, serán por horas - soltó una pequeña risa y respiré profundo - Solo por esta vez iremos a dar una pequeña vuelta

- Muy bien, así aprovechas de contarme lo que te dijo mi madre cuando quedaron solos - se acomodó en su asiento mirándome cuando comencé a manejar

- No te preocupes, solo me dijo que era el hombre más afortunado, porque no cualquiera tiene una novia tan hermosa, amable y divertida 

- ¿Seguro que mi madre no te dijo nada fuera de lugar? - preguntó.

- No me dijo nada malo, tranquila.

- Okey - agachó la mirada jugando con sus dedos - Hoy en la pastelería, la otra chica que es mesera, Abigail, me preguntó si yo era la novia de Axel Cavalli...

- Supongo que no me negaste - la interrumpí doblando hacia un pequeño mirador.

- No, le dije que sí lo era, ella ya sabe dónde trabajo y sentí como alguno de los clientes también me miraban extraño.

- Eso no importa Molly, que las personas sepan que tú eres mi novia y que trabajas como mesera, no tiene nada de malo, a mí no me molesta en lo absoluto, al contrario, me siento feliz, pero ¿a ti te molesta?

- No me molesta, solo que sus miradas no son disimuladas.

- Solo ignóralos - estacioné el auto frente al mirador y desabroché el cinturón.

- La chica que ve tu imagen, dijo que no podías salir a lugares públicos - miró el lugar - No tienes que exponerte y...

- No arruines el momento - la interrumpí bajando del auto hasta caminar al otro lado - Vamos, señorita Molly - abrí su puerta y le ofrecí mi mano.

- No quiero que tengas problemas por mí - tomó mi mano y bajó del auto.

- Tranquila, no pasará nada, no nos preocupemos por esas estupideces - llevé un mechón de su cabello detrás de su oreja y despejé su rostro - Solo quiero que disfrutemos cada momento, ¿Bien?

- Bien - respondió sonriendo levemente - Entonces si no hay que preocuparnos, ¿Podemos ir a caminar libremente?

- Claro que sí - miró mis ojos y no dudé en acercarme para besar sus labios

Sonreí cuando nos separamos unos centímetros, pero se acercó para abrazarme y apoyar su rostro en mi pecho.

- ¿Eres real? - susurró - Todo lo que está sucediendo es tan lindo, que me da miedo que se termine.

- Te puedo asegurar que no tengo pensado que esto termine, deja de pensar tanto las cosas, no seas tan insegura y confía en nosotros.

- Esta bien - susurró - Vamos a caminar - se alejó y unió su mano con la mía tiernamente.