•CIENTOSEIS•

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Axel

Regresé a la habitación, pero Molly ya no estaba en la cama, solo estaban los tacones tirados en el piso, miré hacia el baño derecho viendo la puerta cerrada y no dudé en caminar hacia allá.

- Molly - hablé golpeando la puerta - ¿Estás aquí? - no me contestó, pero supe que estaba dentro cuando escuché como vomitaba - Joder, Molly - susurré - ¿Estás bien? - pregunté nuevamente.

Luego de unos minutos en los que seguía vomitando, escuché el sonido de la cadena y el agua del lavado comenzó a correr.

- Molly, ¿Estás bien? - golpeé nuevamente y me alejé de la puerta cuando la manilla se movió.

- Apesto a vómito - murmuró mirando su vestido con resto de vómito - No te acerques - afirmó apoyándose en la puerta - Apesto a vómito y a alcohol - dió un paso, pero rápidamente se detuvo volviendo a apoyarse en la puerta - Dame un segundo, que está temblando.

- Molly, no está temblando - hablé acercándome a ella.

- No te acerques, huelo mal - se tapó la boca con su mano y de todos modos me acerqué - Necesito mi cepillo, está en mi bolso - dió un paso para salir, pero nuevamente se detuvo aferrándose a la puerta - Parece que habrá un terremoto - soltó mirando las paredes.

- Yo voy por tu cepillo - suspiré - No te muevas - asintió con la cabeza y caminé hacia su bolso.

- Está en el bolsillo de afuera - habló cuando lo tomé.

Tomé su cepillo de dientes junto con la pasta que traía y volví hasta ella.

- Ten - lo tomó acercándose al lavamanos.

- No me mires - se detuvo y suspiré apoyándome en el respaldo de la entrada.

Comenzó a lavarse los dientes y no podía evitar pensar por qué había bebido, a mi jamás me ha querido aceptar una copa de vino, siempre ha dicho que no le gusta el alcohol, pero ahora lo más bien que estaba brindando con Jackson como si lo hiciera todos los días.

- Que asco, mi cabello apesta - se quejó mirándose en el espejo y viendo los rastros de vomitó que tenía sobre su vestido y las puntas de su cabello - Necesito bañarme - se dio la vuelta para caminar hacia la ducha, pero rápidamente me acerqué a ella afirmando su cintura cuando casi se cae

- Ni siquiera puedes mantenerte en pie - murmuré.

- Si puedo, mira - se alejó de mi tambaleándose y me miró feliz - Si puedo, aunque el temblor aún no para - se quejó mirando las paredes - Debo ducharme Axel, vete de aquí - apuntó la puerta y dió un paso, pero se apoyó en la pared - Sí, este será un terremoto, ¿Sabes dónde está el área de seguridad?

- Estás loca si piensas que te dejaré sola - caminé hacia la ducha y abrí la llave haciendo que el agua comenzará a caer - Ven, te bañaras y después dormirás - afirmé y soltó una risa.

- Sí capitán - afirmó separándose de la pared y caminando hacia mi, pero rápidamente se afirmó de mi brazo antes de que se cayera - Woow ese si fue un sismo fuerte.

- Ay Molly - suspiré afirmándola - Ven, entra - negó con la cabeza y miró su vestido.

- Debo quitarme esto, mojado me costará mucho más - llevó sus manos a su espalda para bajar el cierre del vestido, pero suspiró cuando no pudo - Está atorado - se quejó - Ayúdame - se dio la vuelta dándome la espalda.

Hice su cabello a un lado, llevé mis manos al cierre y lo bajé lentamente viendo cómo aparecía su ropa interior color blanca. Levanté mi mirada hacia su cabeza para terminar de bajarlo y apenas lo hice se lo quitó dejando que cayera al suelo y luego volteó a verme.

Novia Del Chico MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora