Novia Del Chico Millonario

•CIENTO SESENTA Y UNO•

Molly

Me desperté temprano, tomé una ducha con agua caliente y luego de vestirme fui a preparar el desayuno.

Apenas eran las 7 de la mañana, mis padres estaban preparándose para ir a trabajar y Sophie para ir a la escuela

Estaba nerviosa y no podía quedarme tranquila, en 3 horas debía ir al registro civil para casarme con Axel, aunque sería solo un trámite, mi corazón se apretaba cada vez que pensaba en él

El lunes se veía tan molesto, dolido y frío, todo lo que decía demostraba que realmente no me necesitaba y ya no podía hacer nada para cambiar eso

Respiré profundo sirviendo té en las tazas y terminando de preparar el desayuno

- Huele delicioso - habló papá entrando a la cocina - ¿Saldrás hoy? - preguntó tomando una de las galletas que había preparado

- Sí, saldré con Austin - respondí

- Que bien, me alegro - aseguró y sonreí levemente.

No le había dicho a mis padres sobre la herencia ni mucho menos que me casaría con Axel, esto iba a ser algo simple, estaríamos un par de minutos casados y nada más, por eso no quise decirles nada

Solamente se lo dije a Austin, porque había sido al único que vi estos días y necesitaba llevar a algún testigo.

Aunque no le agradó la idea, me acompañará, pero no sé que tan buena idea sea, Axel cree que él es mi novio, no sé como puede llegar a pensar que salgo con otro chico, como si él fuera tan fácil de olvidar y todo lo que siento desapareciera en un par de días.

Mi madre llegó junto con Sophie y todos nos sentamos a desayunar

El lunes fue el último día que fui al centro de animales, el señor Watson me pidió que no fuera más, por respetar la decisión de Axel y yo no podía hacer nada para cambiarla

Solamente debía volver a buscar mis cosas que se quedaron en el casillero, ayer no pude ir, pero esperaba poder pasar hoy.

Claramente a Axel no le agradaba la idea de que estuviera ahí, no sé que pasó en su cabeza en ese momento, pero las palabras que dijo me habían dolido y aunque intenté ocultarlo, me seguía doliendo.

- Molly, ¿Y pensaste en las ofertas de trabajo? - preguntó mamá

- La estaba viendo - respondí - La repostera Karla Dast tiene bastante experiencia y su oferta se ve llamativa

- ¿De qué parte era ella?

- De New York - respondí haciendo que papá levantará la mirada - Es la más cerca que está de aquí, las que están en el país no son tan buenas

- New York, hija - murmuró - Austin me comentó que había una en Francia, ¿Esa no te gustó?

- Puede ser mi segunda opción - respondí - Aunque aún no sé si me iré, no hay nada decidido, no se preocupen

- Por mi te quedarías siempre aquí con nosotros, pero si te hace feliz irte a New York, Francia o a donde quieras, nosotros estaremos felices y te apoyaremos - aseguró mamá y asentí con la cabeza.

Luego de unos minutos se pusieron de pie, fueron por sus cosas y se despidieron para irse a trabajar y llevar a Sophie a la escuela

Regresé a la cocina para ordenar la mesa y lavar lo que habíamos ensuciado.

Faltaba poco para las 8 y mis nervios aumentaban, una parte de mi sentía que luego de hacer todo este tramite, Axel no volvería jamás y seguiría con su vida. Sé que yo debía hacer lo mismo, pero me hubiese gustado que las cosas terminaran de otra manera