Novia Del Chico Millonario

•OCHENTAICUATRO•

Molly

Llegamos a la tienda donde solía comprar los ingredientes para cocinar, Axel estacionó el auto en la entrada y sonreí cuando se acercó a mí para caminar hacia la puerta del local.

- Axel - lo detuve antes de entrar - Sé que tú abuela dijo que no, pero yo pagaré los ingredientes.

- Olvídalo - afirmó - Si dejo que lo hagas, probablemente mi abuela me reclamé por horas.

- Como dijo Petter, no tiene porqué enterarse, si tú no le dices y yo tampoco...

- Olvídalo - volvió a repetir con una sonrisa en su rostro - Al parecer Petter es una mala influencia para usted, señorita Molly - murmuró abriendo la puerta de la entrada y sonreí pasando.

La pequeña campana que colgaba arriba de la puerta sonó cuando Axel entró y la señora Sara no tardó en aparecer detrás del mostrador.

- Oh, pero qué gusto verte Molly - habló sonriendo apenas me vió - Hace meses que no te veía, ¿Ya no has cocinado o me haz cambiado? - preguntó

- Buenas tardes - saludé con una sonrisa - No he tenido tiempo para cocinar - respondí.

- Buenas tardes - saludó Axel cuando su mirada se fijó en él.

- Veo que vienes bien acompañada - sonrió mirándolo por unos segundos - Pero cuéntame, ¿Qué necesitas? ¿Qué cocinaras? ¿Algún pastel, postre o galletas?

- Un postre, "Panacota" - respondí me miró un poco sorprendida.

- ¿Alguien está de cumpleaños? - preguntó, negué con la cabeza y volteó a ver el calendario que colgaba de la pared - Pero hoy no es el aniversario de...

- Lo sé - la interrumpí - Solo quiero cocinar - asintió levemente con la cabeza.

- Me parece genial - afirmó - ¿Los ingredientes de siempre? - preguntó y asentí con la cabeza - Por aquí tengo la lista - tomó una agenda y comenzó a buscar - Aquí está, dame unos minutos - se volteó con la agenda en su mano y comenzó a sacar los ingredientes de las repisas.

Axel comenzó a mirar el lugar sin decir ninguna palabra, yo solo me crucé de brazos esperando que la señora Sara reuniera los materiales.

Siempre me ha gustado comprar aquí, a pesar de que tú no sacas los productos porque están detrás de las vitrinas, ella siempre te da los mejores y jamás me ha fallado. Además, este era otro de los locales que mi abuelo solía traerme.

- Listo - pestañé dejando mis pensamientos de lado y me acerqué al mesón - Déjame revisar - comenzó a ver la lista asintiendo con la cabeza - Sí, está todo.

- Perfecto - sonreí - ¿Cuánto es? - pregunté y Axel dio un paso.

- Veamos - tomó la calculadora y comenzó a sumar diciendo los precios de cada uno de los ingredientes - Serían 20 dólares - antes de sacar el dinero, Axel ya había sacado su tarjeta y se la ofreció - Oh, solo con efectivo, no me gusta mucho la tecnología y no me manejo con eso de tarjetas.

- Aquí tengo - hablé sonriendo y tomando el dinero de mi bolso para pasárselo.

- Bien - lo recibió y sentí la mirada de Axel sobre mi - Deja poner las cosas en una bolsa - habló con una sonrisa y tomó una bolsa.

- Muchas gracias - recibí la bolsa cuando ya había puesto todos los ingredientes.

- De nada, es un placer atenderte y ojalá verte más seguido, deberías darle a conocer al mundo tu talento, Molly - afirmó - Como decía tu abuelo, cuando cocinas haces magia - sonreí recordando sus palabras y desvié levemente la mirada - No te atraso más - suspiró - Espero verte pronto.