•CIENTO CINCUENTA Y NUEVE•

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Molly

Cerré la puerta luego de que mis padres se fueran al trabajo y Sophie a la escuela

Respiré profundo viendo a Spencer mordiendo uno de sus juguetes

Caminé hacia la cocina y miré el desayuno que mamá me dejó listo en la mesa.

Spencer dejó su juguete de lado y se acercó hasta mi moviendo la cola.

- ¿Tienes hambre? - pregunté mirando el desayuno - Te daré comida

Caminé hasta el mueble donde guardaban el alimento de Spencer, tomé un poco y lo dejé sobre su recipiente.

Sonreí acariciándolo cuando comenzó a comer

- Ya nada más de darte mi desayuno - susurré - Comenzaré a hacer las cosas bien - afirmé alejándome de él.

Me lavé las manos y me senté para comenzar a tomarme la taza de café.

Anoche había llorado demasiado, papá y mamá solo me abrazaron sin decir nada, pero sabia que les dolía verme así

Pensé en demasiadas cosas, la mirada y actitud de Axel seguía presente en mi mente, pero no podía permitir que me afectara más.

Entendía perfectamente que estuviera molesto conmigo por lo que hice, pero él no quería solucionar las cosas, se negaba a hablar conmigo y su actitud me demostraba que ya no me necesitaba, me quería lejos de él y estaba casi segura que lo único que sentía por mi era odio

Yo ya no podía hacer nada más, no iba a insistir, porque su indiferencia hacia mi me dolía, no quería seguir sufriendo y era hora de sacarlo de mi mente sea como sea

Él ya tenia su vida resuelta y yo debía comenzar a hacer la mía

Seguramente en un par de días volvería a irse de la ciudad, no me lo volvería a encontrar y cada uno seguiría su vida

Respiré profundo terminando de desayunar, no tenía hambre, pero mi cuerpo me pedía comida y comenzaría a hacer las cosas bien, sin dañarme más.

Me puse de pie cuando terminé de comerme todo, tomé la taza junto con el plato para comenzar a lavarlos y limpié la cocina.

- Spencer no desórdenes - le advertí caminando hacia mi habitación para ordenarla.

Cuando terminé, tomé mi ropa y caminé hacia el baño para ducharme.

Me miré al espejo, mis ojos seguían hinchados por todo lo que lloré, me veía totalmente devastada, mi piel estaba pálida, tenía ojeras y al quitarme la ropa, me había dado cuenta de que había perdido varios kilos estos últimos meses

Por primera vez veía lo mal que estaba

- Nunca más Molly - susurré mirándome - Es hora de ser feliz - sonreí y entré a la ducha.

Abrí la llave girándola hacia el agua caliente y apenas comenzó a caer sobre mi, cerré los ojos sonriendo.

Hace mucho que no me daba una ducha con agua caliente, hace mucho que no disfrutaba un desayuno, hace mucho que no sonreía por mi

Ya no lloraría más, no insistirá más y si algún día Axel quería hablar, yo estaría dispuesta a hacerlo, pero no me iba a exponer a su indiferencia ni a su actitud tan fría.

Jamás pensé que Axel cambiara tanto, pero verlo anoche me sirvió para darme cuenta que no tenía sentido seguir sufriendo, aunque seguía amándolo, no podía seguir haciéndome más daño.

Terminé de bañarme y por alguna razón me sentía renovada. Comencé a secarme y a vestirme

Sequé mi cabello, me hice una trenza y me miré en el espejo sonriendo

Novia Del Chico MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora