Novia Del Chico Millonario

•CINCUENTAITRES•

Molly

Apagué el celular. No quería hablar con Axel. Aún no creía que contrató a mi padre y no me lo dijo. Eso me decepcionó bastante y estaba molesta. No iba a contestar sus mensajes y mucho menos sus llamadas.

Sentí los pasos de mi madre y guardé mi celular.

– Sophie quedó viendo una película con Dakota. Aprovecharé para ir al supermercado – asentí con la cabeza y revolví la mezcla de las galletas – ¿Qué te dijo tu padre? – preguntó mirándome – Quedaste rara después de hablar con él.

– No es mi padre – me detuve y la miré – Yo no hablé, él hablaba solo y ni escuché lo que dijo – respondí y suspiró

Aunque había escuchado perfectamente cuando me dijo que Axel ni siquiera había dudado en darle trabajo en su empresa

– Bien – besó mi mejilla y se alejó – ¿Necesitas que te compre algo? – preguntó y negué con la cabeza – Nos vemos luego – se retiró y continué con la mezcla

Me detuve cuando escuché la puerta cerrarse, cerré los ojos por un momento y respiré profundo para continuar.

Unos minutos después, terminé de hacer la mezcla, puse la bandeja y comencé a hacer las bolitas. Una vez listas, las llevé al horno. 

Mientras se cocían iba a limpiar lo que ocupé, pero tocaron la puerta.

Limpié mis manos en el delantal que traía y caminé para abrirla

Me quedé congelada por unos segundos. Axel estaba parado con un ramo de rosas rojas y su mirada no se despegó de la mía.

– Lo siento, no quise ocultártelo - habló rápidamente confirmándome que si le había dado trabajo - Hoy te lo diría, pero tu padre se adelantó – suspiré desviando la mirada

– No es mi padre – respondí cruzándome de brazos – Axel, no tienes nada que hacer aquí – desvié la mirada con miles de pensamientos en mi cabeza

– Molly, sé que debí habértelo contado...

– No debiste haberlo contratado – lo interrumpí fijándome en él – Ni siquiera debiste haberlo recibido en tu oficina – suspiré calmándome o comenzaría a llorar – Por favor, solo vete de aquí

– Me equivoqué – se acercó a mí buscando mi mirada – Y me arrepiento. En ese momento no pensé en las consecuencias, solo quería ayudar y...

– ¿Ayudar? – lo interrumpí – ¿Ayudar a quién? ¿A ese señor? – cerré los ojos por unos segundos y luego los abrí – Sabías perfectamente que yo lo quería lejos de mi vida, pero le das trabajo y me lo ocultas – respiré profundo haciéndome la fuerte – Felicidades, lo ayudaste bastante.

– No lo hice con mala intención, Molly. Pensé que él quería comenzar desde cero y solo lo recomendé en la oficina de trabajo.

– Realmente no sé cuál fue tu intención, Axel – dio un paso, pero retrocedí – Tal vez no me hubiera dolido tanto si me lo hubieras dicho, pero no lo hiciste. Tuve varias oportunidades y no lo hiciste.

– Tu padre me pidió que no te lo contara por un tiempo, pero hoy estaba decidido a hacerlo y...

– Si tu padre me dice que te oculte algo, lo primero que hago es contártelo – lo interrumpí – Jamás se me pasaría por la cabeza ocultarte algo relacionado con un tema que realmente te afecta.

– Me equivoqué, lo reconozco, pero...

– Yo también, me equivoqué - lo interrumpí - Pensé que nunca me mentirías ni ocultarías algo, pero si fuiste capaz de mentirle a toda tu familia y a todo un país, era obvio que yo no sería la excepción.