•SESENTAICINCO•

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Molly

- ¿Segura de que no quieres que te lleve? - Abigail me preguntó nuevamente cuando salimos de la pastelería - No soy ninguna secuestradora, te lo aseguro.

- Gracias, pero una amiga viene por mí, no te preocupes - la verdad es que tampoco me iría con ella; estaba segura de que sería un camino lleno de preguntas.

- Diana, ¿tú también me rechazarás? - le preguntó y ella miró un taxi que se detuvo frente a nosotras.

- Mi esposo llegó por mí - Abigail se cruzó de brazos suspirando.

- Ahora que mi hermana me presta su auto, nadie quiere que la lleve - reclamó.

- Adiós chicas - Diana se despidió de las dos y luego caminó hacia el taxista.

- Bien, nos vemos Molly - Abigail besó mi mejilla y caminó hacia el auto en el que venía.

Tomé mi celular viendo la hora, eran las cinco de la tarde. Dakota me había dicho hace más de una hora que estaba saliendo de su casa y aún no se veía por ningún lado. Suspiré, guardando mi celular, y me crucé de brazos mirando los autos pasar.

Ya era viernes. Hacía prácticamente un día que no veía a Axel. Por la mañana, me dijo que hoy llegaría en la tarde a la ciudad y que nos veríamos a las 8 en su casa. Dakota se ofreció a venir a buscarme para luego pasar al supermercado, pero por lo visto llegará cuando cierren el supermercado.

Miré hacia la pastelería y la verdad es que me causaba mucha curiosidad saber qué se quedaban haciendo Travis, Trinidad y Blanca luego de que todos nos fuéramos. Pero no pude mirar mucho porque escuché una bocina, y era Dakota.

Caminé hacia su auto y me subí rápidamente.

- Molly, apúrate, cerrarán el supermercado - habló apenas subí y cerré la puerta, mirándola sorprendida.

- Tú te tardabas - me defendí y solo soltó una risa.

- Tu trabajo queda más lejos de lo que imaginé, pero bueno, cuéntame, ¿Cómo te fue?

- Bien, igual que los días anteriores. ¿Y a ti? - pregunté.

- No me quejo - murmuró suspirando - ¿Así que preferiste cenar con tu novio antes que conmigo? - preguntó indignada

- Axel me había invitado primero.

- Está bien, ya me acostumbraré - se detuvo en el semáforo y me miró sonriendo - ¿Y qué tal es? - preguntó - En la cama, Molly, ¿Es bueno? ¿O solo tiene buen cuerpo y en la cama es malo?

- No lo sé - respondí negando con la cabeza - Las cosas que preguntas Dakota

- ¿Cómo? ¿Me dirás que aún no usas la lencería? - preguntó sorprendida y negué con la cabeza. - ¿Molly, aún no han hecho nada? ¿Cómo es eso posible si ese chico te come con la mirada cada segundo

- No hemos tenido la oportunidad y...

- No me vengas con esas excusas, porque te la pasas más con él que conmigo, estoy segura de que la oportunidad la has tenido. Que tú no la quieras tomar es otra cosa.

- Avanza - le indiqué cuando el semáforo cambió a verde y aceleró.

- Molly, entiendo que tú nunca lo has hecho y que tienes todo el derecho de ir a tu ritmo, pero no seas tan tímida. Atrévete a experimentar. Ese chico te pidió ser su novia tirándose de paracaídas. Luego me dijiste que te llevó a cenar a un buen lugar y seguramente él pensó que la noche terminaría de otra forma. ¿Y tú solo te devolviste a tu casa? ¿Acaso no sientes atracción física por él? Porque déjame decirte que su química se nota a kilómetros y él no te quita los ojos de encima en ningún momento.

Novia Del Chico MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora