•CIENTOOCHO•

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Molly

Subí a la habitación totalmente triste, Axel estaba enojado conmigo y me dolía más de lo que creía

Entré a la habitación, pero me detuve de golpe al ver a Axel solo con los pantalones puestos, lo miré confundida, pensaba que estaba en su despacho, pero se acercó a mí sin mirarme.

Pasó por mi lado para cerrar la puerta y luego se puso frente a mí.

- Discúlpame, reaccione mal - afirmó mirando mis labios.

- Yo... - susurré, pero me quedé callada cuando sus labios se unieron con los míos.

No lo entendía, pero me gustaba la forma en la que me besaba y no me alejé, al contrario, su mano se posó en mi cintura acercándome más a él.

- Molly - murmuró alejándose de mis labios.

- Axel - susurré con la respiración agitada, pero quería volver a sentir sus labios - ¿Qué pasa? - pregunté cuando no dejó que lo besara.

- Tienes mucha ropa - sonrió levemente haciendo que yo también lo hiciera y volvió a unir nuestros labios

No quería separarme de él, quería seguir besándolo, pero cuando mi vestido cayó al suelo, se separó completamente de mi.

- Debo terminar de trabajar - soltó y busqué su mirada, pero sus ojos ni siquiera se fijaron en mi.

- Axel - lo llamé cuando se alejaba de mi - Axel, Axel...

Abrí los ojos de golpe, miré a mi alrededor mientras me sentaba en la cama con la respiración agitada.

Respiré profundo refregando mi rostro, solo había sido un sueño, pero ni siquiera me di cuenta cuando me quedé dormida.

Miré hacia la ventana, ya estaba oscureciendo, Axel no estaba en la habitación y me puse de pie viendo la hora en mi celular.

Dormí solo 30 minutos, miré mis zapatos que había dejado en el suelo, solo me recosté en la cama pensando en todo lo que sucedió, no me percaté cuando me dormí, pero al parecer Axel ni siquiera había venido aquí.

Cerré los ojos, hubiera deseado que todo fuera un sueño, que nunca hubiera bebido y así habría evitado todo esto.

Respiré profundo caminando hacia el baño para lavar mi rostro, arreglé un poco mi cabello y estiré mi vestido que se había arrugado.

Salí del baño mirando la habitación, estaba totalmente confundida y aún me sentía mal por todo lo que sucedió.

Caminé hacia la puerta de la habitación, la abrí mirando por el pasillo la puerta del despacho de Axel, se notaba que la luz estaba prendida, por lo que él seguía ahí.

No podía dejar que Axel estuviera así, aunque me dijo que no pasaba nada, era evidente que estaba molesto conmigo, con Keith, con Jackson y con quién se cruzara en su camino

Me sentía culpable por ocasionar todo esto, debía resolverlo y no dudé en caminar hacia su despacho.

Respiré profundo mirando la puerta, ya no aguantaba estar así, tenía que arreglar las cosas con Axel, no podía quedarme sin hacer nada, levanté mi mano y golpeé la puerta levemente.

- Adelante - apenas escuché su voz, mis nervios se activaron de forma inmediata, abrí la puerta lentamente, su mirada estaba fija en su laptop y ni siquiera se molestó en mirarme.

- Axel - hablé levemente - ¿Te falta mucho? - pregunté nerviosa - ¿Quieres que te prepare algo para cenar? Puedo traerte un café o...

- No gracias, estoy bien así - me interrumpió - No sé cuando termine, si tienes hambre puedes prepararte lo que quieras - respondió sin ninguna expresión

Novia Del Chico MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora